La familia Restrepo, símbolo de resistencia y una lucha que no termina

Lo que sucedió el viernes 8 de enero de 1988 no solo cambió para siempre la vida de una familia, además se convirtió en uno de los casos más atroces de violación de los derechos humanos en Ecuador y en una lucha emblemática.

Los hermanos Santiago y Andrés Restrepo circulaban en el auto familiar cuando fueron detenidos.  Al no tener noticias de ellos, sus padres iniciaron una búsqueda que, tras 37 años, no ha parado.

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En la década de los 90, una comisión especial se encargó de investigar este caso y determinó que los dos menores fueron torturados, asesinados y desaparecidos por la Policía Nacional. Según versiones, sus restos habrían sido arrojados a la laguna de Yambo, en la provincia de Cotopaxi, entre las ciudades de Latacunga y Ambato. Sin embargo, hasta hoy no se sabe en dónde están sus restos. 

El caso fue juzgado como un crimen de Estado, ocurrido durante el Gobierno del presidente León Febres Cordero. Tras una denuncia presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado ecuatoriano reconoció su responsabilidad, comprometiéndose a pagar una indemnización a la familia y a realizar la búsqueda de los cuerpos de los adolescentes.

La lucha incansable no se detuvo con el fallecimiento de su madre, Luz Elena Arismendi, en julio de 1994, en un accidente automovilístico. Hace pocos días, también murió su padre, Pedro Restrepo, y aunque ninguno de los dos pudo conocer el paradero de sus hijos, se convirtieron en un símbolo de la búsqueda de verdad y justicia.

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