¿Cómo identificar y actuar ante casos de bullying?

El regreso a las aulas puede despertar múltiples emociones y situaciones complicadas en el entorno escolar. Los menores de edad a menudo pueden tratar de ocultar estos sentimientos por diversas situaciones, sobre todo, cuando se trata de violencia en su contra, como en casos de bullying.

El bullying es una de las formas de violencia escolar más frecuentes que se intensifica con el desarrollo del periodo de clases. Unicerf los define como «una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada«.

Este tipo de comportamientos negativos incluyen agresiones físicas o verbales, exclusión social, acoso sexual y sus derivaciones como extorsión, robos, difamación y creación de rumores. Por lo que puede extenderse hasta el barrio, reuniones, fiestas y redes sociales, desencadenando el ciberbullying.

Frecuentemente, algunos alumnos y adultos normalizan este tipo de acciones exponiendo a problemas psicológicos graves a las niñas, niños y adolescentes. Ante ello, es importante que los padres de familia y docentes se mantengan alertas para evitar este tipo de violencia en el regreso a clases.

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¿Dónde se originan estos comportamientos?

Las niñas, niños y adolescentes aprenden de los adultos o de otros menores de edad a través de la observación y la imitación. No obstante, también los comportamientos pueden conocerse por medios de comunicación, películas, series, internet o redes sociales.

También es importan saber que si se refuerzan este tipo de acciones es probable que se generalice en el grupo de estudiantes o amigos, mientras que si se rechaza se puede erradicar.

Los valores culturales y sociales son clave para fomentar o frenar la agresión. Es así que las escuelas y los entornos familiares son indispensables para detectar, erradicar y ayudar tanto a víctimas como agresores. El bullying se fortalece en entornos donde:

  • No se tolera el racismo y la xenofobia
  • Son machistas, homófobos o tránsfobos
  • No se trabaja adecuadamente por la inclusión de personas con discapacidad o con diversidad funcional
  • Son muy competitivos o influenciados por modas
  • Estudiantes teóricamente privilegiados: aquellos que tienen éxito académico, social o deportivo pueden ser víctimas de acoso por rivalidades o envidia.

En el caso de los acosadores, el origen de este comportamiento puede estar relacionado a:

  • Emociones de frustración, activación emocional o dificultad para controlar impulsos. Ello, frecuentemente, encuentran en la agresión una forma de liberar estas emociones y en muchos niñas, niños y adolescentes no pueden tener consciencia plena de ello. 
  • Búsqueda de un beneficio social o de poder grupal.

¿Cómo identificarlo?

Según Unicef, las víctimas y agresores tienen los siguientes comportamientos:

VÍCTIMAS

  • Tienen baja autoestima, inseguridad o timidez
  • Son aislados por sus compañeros
  • Tienen poco apoyo en redes sociales
  • Puede mostrar reacciones pasivas, provocadoras (imitando a sus acosadores) o reproducir el acoso hacia otras víctimas
  • Bajo rendimiento escolar
  • Muestra desinterés por ir a las clases o la institución
  • Buscar continuamente la compañía de adultos
  • Sufre cambios bruscos de humor, en su alimentación o en su uso de redes sociales
  • Miedo a la soledad
  • Ataques de pánico, insomnio o pesadillas
  • Presenta lesiones físicas
  • Pierden constamente cosas o sus implementos presentan daños (roturas, raños, cortes,etc.)

AGRESOR O ACOSADOR

  • Actúa impulsivamente buscando reconocimiento y aceptación
  • Manipulan
  • Se comporta de forma agresiva
  • Tiene baja tolerancia a la frustración
  • Controladores
  • Tienen poca o nada de empatía

¿Cómo prevenirlo?

  • Fomentar los vínculos afectivos
  • Enseñar a detectar relaciones tóxicas
  • Incentivar a aceptar la diversidad y a ser tolerantes
  • Educar sobre el uso de la tecnología y el contenido que debe subirse

¿Cómo actuar?

COMPAÑEROS

  • No repetir estos comportamientos
  • Informar a un adulto de confianza
  • Apoyar a la víctima de bullying

PADRES

  • Escuchar y hablar con sus hijos
  • Potenciar la confianza en sí mismos
  • Actuar: acudir a maestros y autoridades de escuela o colegio para tomar medidas correctivas
  • Valorar la necesidad de asistencia médica o psicológica
  • Enseñar a sus hijos a anticipar y actuar frente al acoso
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