¿Cuáles son los riesgos de verter aguas de la central nuclear de Fukushima al mar?

Por Doménica Montaño |

El 24 de agosto de 2023, Japón empezó a verter en el Océano Pacífico las aguas residuales radiactivas de la central nuclear de Fukushima. La empresa Tokyo Electric Power (Tepco) anunció que, en 17 días, planea liberar un total de 7 800 metros cúbicos de estas aguas en el mar.

La acción ha causado polémica y ha sido tildada de egoísta por varios gobiernos debido a los posibles impactos radiactivos de las aguas. La empresa Tepco asegura que el proceso no es riesgoso porque la mayoría de elementos peligrosos que hay en las aguas «pueden eliminarse a través de varios procesos de tratamiento».

Además, tanto las autoridades japonesas como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el encargado de vigilancia nuclear de la ONU, dicen que hay que mantener la calma. Según ellos, no hay nada que temer. Sin embargo, este es un procedimiento que no se ha hecho nunca antes en la historia, por lo que las dudas persisten.

¿Cuáles son los riesgos?

Tepco lleva varios años tratando y almacenando más de 1,3 millones de toneladas de aguas residuales nucleares en un parque de tanques en la central de Fukushima Daiichi, que fue afectada por un terremoto y un tsunami en 2011.

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La empresa dice que es cierto que las aguas residuales radiactivas de Fukushima contienen varios radioelementos peligrosos como cesio, estroncio y antimonio. Sin embargo, asegura que la mayoría de ellos pueden eliminarse con varios tratamientos. La única preocupación es que no hay la tecnología adecuada para eliminar de las aguas a un isótopo del hidrógeno llamado tritio.

Las autoridades y los expertos tienen posturas divididas sobre el riesgo que este elemento representa. Aunque no saben con seguridad si existe un peligro.

El Gobierno japonés, Tepco y el OIEA dicen que el tritio se encuentra de forma natural en el medioambiente. De hecho señalan que el isótopo está, incluso, en la lluvia y en el agua del grifo, por lo que las aguas residuales son seguras.

Pero la aprobación de la OIEA no ha podido tranquilizar a los residentes de los países vecinos, pescadores locales y científicos. Temen que las aguas residuales, incluso diluidas, puedan dañar la vida marina, y que los contaminantes se acumulen en los ya frágiles océanos.

Robert H. Richmond, director del Laboratorio Marino Kewalo de la Universidad de Hawaii en Manoa, le dijo en una entrevista a medios estadounidenses, que está preocupado. El científico ha trabajado con el Foro de las Islas del Pacífico para evaluar el plan de liberación de aguas residuales y sostiene que la acción es «imprudente y prematura».

Una de sus preocupaciones es que el diluir las aguas residuales podría no ser suficiente para reducir su impacto en la vida marina. No hay estudios suficientes pero existe la posibilidad de que los contaminantes como el tritio puedan pasar a través de varios niveles de la cadena alimenticia y «bioacumularse”. Esto, dice Richmond, significa que se acumularán en el ecosistema marino y eventualmente será un problema.

Además, un estudio de 2023 dice que los microplásticos que hay en el océano pueden ser un posible «caballo de Troya» del transporte de radionucleidos.

Sin embargo, otros científicos señalan que aún no hay suficientes estudios o datos sobre los efectos biológicos a largo plazo de la exposición al tritio. Por ello, no se sienten seguros de dar una opinión sobre el tema.

¿Qué es el tritio?

El tritio es un isótopo de hidrógeno que produce niveles de radiación. Se trata de un elemento raro en la Tierra y que, normalmente, se encuentra en la atmósfera. Naturalmente, dice la OEIA, el tritio proviene de las reacciones nucleares inducidas por la radiación cósmica que ocurre en la atmósfera.

También se puede producir de manera artificial. Daniel Miranda, especialista en nanotecnología, dice que esto ocurre generalmente en las centrales nucleares. Allí, explica, el tritio es utilizado como combustible para los reactores nucleares.

Miranda dice que es un isótopo radiactivo, «pero su reacción es más controlada que la de otros elementos que también son radiactivos«. El experto señala que por eso el isótopo es «usado normalmente para la producción de energía en las centras nucleares«.

¿Por qué Japón vierte estas aguas al océano?

El 11 de marzo de 2011, un terremoto de 9.1 grados sacudió a la costa este de la isla principal de Japón. Tras el terremoto hubo un tsunami con olas de nueve metros que se abalanzaron sobre la central nuclear de Fukushima y dañaron varios reactores nucleares.

Tres de los reactores se fundieron y sufrieron fusiones en sus núcleos. Para enfriarlos y evitar más daños, Tepco, la empresa a cargo, empezó a usar agua dulce. Desde entonces la empresa bombea esa agua para tratarla, quitar los elementos radiactivos y almacenarla. Se estima que desde el accidente se han recogido y almacenado más de 1,3 millones de toneladas de aguas residuales nucleares en el parque de tanques de la central.

Sin embargo, el espacio de almacenamiento llegó al límite. Y Tepco aseguró que la única solución era empezar a verter las aguas en el océano Pacífico.

Desde que empezó la liberación de estas aguas tratadas, China decidió prohibir los productos del mar procedentes de Japón. El departamento de aduanas chino explicó que la medida tiene como objetivo prevenir “el riesgo de contaminación radiactiva de la seguridad alimentaria causada por la descarga de agua contaminada y proteger la salud de los consumidores chinos». El gobierno de China describió la operación japonesa como un “acto egoísta e irresponsable”.

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