El sueco Zlatan Ibrahimovic, delantero incorporado la semana pasada por el Milan, marcó este sábado contra el Cagliari el primer gol de su nueva etapa en la Serie A italiana, siete años y 250 días después de la última vez.
Ibrahimovic, de 38 años, no marcaba en la Serie A desde un derbi jugado, siempre con la camiseta del Milan, contra el Inter de Milán en 2012 e impulsó el valioso triunfo 2-0 de su equipo en el campo del Cagliari, en la decimonovena jornada de la Serie A.
Dio aire a un Milan que no ganaba en la competición liguera desde el 8 de diciembre, cuando logró un sufrido 3-2 ante el Bolonia, y que de allí cosechó dos empates 0-0 contra Sassuolo y Sampdoria y una humillación 0-5 en el campo del Atalanta.
El delantero sueco, que llegó libre al Milan tras expirar un contrato de dos años con el Los Ángeles Galaxy de la MLS estadounidense, se había estrenado el pasado lunes contra el Sampdoria sin poder evitar el deslucido 0-0 final.
Saltó al campo en el minuto 55, recibido por una larga ovación de la hinchada milanesa, y fue el mejor de su equipo, llegando a rozar la diana de la victoria con un cabezazo salvado bajo palos por el defensa gambiano Omar Colley.
Pese a no marcar, regaló detalles de clase y lideró a un equipo falto de brillantez y, sobre todo, de confianza. El sueco fue el único en irse de San Siro aplaudido, mientras sus compañeros recibían unas duras pitadas y contestaciones.
Hasta hubo una «pañolada» en los últimos minutos contra el español Jesús Fernández Sáenz «Suso», al que la afición milanista no perdona una larga serie de prestaciones deslucidas.
Seis días después de ese nuevo tropiezo, Ibrahimovic ya se tomó su primera satisfacción de su regreso al fútbol europeo, tras los 53 goles en 58 partidos firmados con el Los Ángeles Galaxy.
Tras empezar en el banquillo la semana pasada, Ibrahimovic fue titular en el inédito 4-4-2 alineado por el técnico Stefano Pioli y anotó el gol del 2-0 al rematar de pierna zurda un centro del francés Theo Hernández, después de que el portugués Rafael Leao adelantara a los milaneses a pase del español Samu Castillejo.
Con el dorsal 21 en la espalda, número elegido por su hijo, Ibrahimovic estuvo en el campo todo el partido y saboreó el doblete personal en el 85, cuando volvió a batir al meta sueco Robin Olsen con un potente cabezazo ajustado al segundo poste. Sin embargo, el linier detectó su posición de fuera de juego y el colegiado anuló la diana.
A pesar de ello, tras tres partidos sin ver puerta, con dos empates 0-0, contra Sassuolo y Sampdoria, y la humillación 0-5 sufrida contra el Atalanta, el Milan se reencontró con los tres puntos y se colocó momentáneamente octavo, con 25 puntos.
Los «rossoneri» están a cuatro puntos de distancia del propio Cagliari, que padeció este sábado su cuarta derrota consecutiva y que ocupa actualmente la última posición válida para acceder a la Liga Europa.
Tras un mes complicado, el Milan cogió aire y recuperó entusiasmo, empujado por un Ibrahimovic decido a demostrar que, pese a sus 38 años, sigue capacitado para tener un papel de protagonista en el fútbol de elite. EFE