Yeo Seo-jeong, gimnasta de Corea del Sur, se llevó la presea de bronce en la prueba de salto a caballo en los juegos olímpicos de Tokio.
Por la pandemia de COVID-19 el protocolo de premiación cambió un poco. Antes de la crisis sanitaria, un miembro del Comité Olímpico Internacional o un deportista destacado en la disciplina era quienen ponían las medallas a los ganadores, en esta edición de las olimpiadas, los organizadores se acercan al medallista y el atleta es quien debe tomar la presea y ponérsela en su cuello.
Pero, al parecer no todos los participantes tenían claro qué es lo que debían hacer, al menos Yeo Seo-jeong pasó unos segundos sin la seguridad de cuál es el proceder tras tomar la medalla de una charola.
Yeo Seo-jeong apenas atinó a lanzar una mirada a Rebeca Andrade, quien ganó el oro en la prueba, para saber qué es lo que debía hacer. La brasilera le hizo un gesto rápido con el que le indicó a la coreana que debía ponerse ella misma la medalla.
Así Yeo Seo-jeong se colocó la presea de bronce y los medios internacionales destacaron el curioso pasaje entre las dos gimnastas que demostraron que la rivalidad solo dura lo que dure la prueba en competencia.