Este viernes, las autoridades de Wuhan revisaron las cifras de muertes y contagiados de coronavirus en la ciudad. Tras revisar los datos Wuhan añadió 1 290, un 50% más de las anunciadas.
Esta noticia se dio tres horas después de que la Comisión de Salud informara que Wuhan registraba 2 579 muertes. Con el aumento la cifra alcanza a las 3 869, así lo informó la agencia estatal de noticias china Xihnua.
La Comisión Nacional de Salud había informado, tres horas antes, que el número total de muertes en Wuhan se situaba en 2 579, mientras que en la provincia de Hubei se elevaban a 3 222 los fallecidos.
Según Xinhua, el Gobierno municipal de Wuhan también revisó el número total de casos de coronavirus, que registró un aumento. Sin embargo, el porcentaje es menor: 325 casos más hasta los 50 333 frente a los 50 008 que había informado la Comisión Nacional de Salud horas antes.
Además, Xinhua informó que la parte continental de China totaliza 82 692 casos confirmados de COVID-19 después de que Wuhan añadió 1 290 muertes, un 50% más de las muertes anunciadas y un porcentaje menor en el número de contagios en Wuhan.
Según la agencia estatal, el centro general para el control y la prevención de la pandemia de la municipalidad de Wuhan dijo que «las revisiones se han hecho de acuerdo a las leyes y regulaciones, así como al principio de ser responsable ante la historia, el pueblo y los fallecidos».
Asimismo se asegura que «la información sobre la pandemia de la COVID-19 en la ciudad es abierta y transparente, y que los datos son precisos».
Razones para las «discrepancias» de los datos
Wuhan añadió 1 290 muertes, un 50% más de las anunciadas, debido a cuatro razones:
La primera es que «un creciente número de pacientes al principio de la epidemia desbordó los recursos médicos y la capacidad de admisión de las instituciones médicas» por lo que «algunos pacientes murieron en su casa sin ser tratados en los hospitales».
La segunda argumenta que en el apogeo de la epidemia en Wuhan, los hospitales operaron «más allá de sus capacidades» y el personal médico «estaba absorto por salvar y tratar a los pacientes», lo que resultó en que se informase de forma «tardía, con omisiones y errónea».
La tercera razón asegura que, debido al rápido crecimiento de los hospitales designados para tratar a los pacientes de COVID-19 -incluidos provinciales, municipales, privados y construidos temporalmente-, «unas pocas instituciones médicas no se vincularon a la red de información epidémica y fallaron en informar de sus datos a tiempo».
Y el cuarto argumento afirma que la información registrada sobre los pacientes fallecidos «fue incompleta y había repeticiones y errores» en los reportes suministrados.
Según Xinhua, un oficial del centro de control de la epidemia dijo a los medios que un grupo de tratamiento de datos sobre la enfermedad fue establecido a finales de marzo.
Este grupo utilizó información de sistemas online y «recolectó toda la información de todas los lugares relacionadas» con la epidemia para «asegurar que los hechos sobre cada caso son precisos y que cada número es objetivo y correcto», según el oficial, citado de forma anónima por la agencia estatal.
«Lo que queda detrás de la epidemia son las vidas y la salud de las personas, así como la credibilidad del gobierno», dijo el mismo oficial y añadió que la «oportuna» revisión de los números, entre otras cosas, muestra respeto para cada vida».
EFE