Harvey Weinstein fue trasladado el jueves a la enfermería de una notoria cárcel de Nueva York tras someterse a un procedimiento cardíaco en el hospital donde se encontraba desde que fue declarado culpable el mes pasado de violación y abuso sexual.
Un vocero de Weinstein, Juda Engelmayer, dijo que el procedimiento realizado el miércoles en el Hospital Bellevue fue “considerado exitoso”, pero no ofreció detalles. Weinstein fue llevado en ambulancia hasta la unidad de enfermería de la cárcel de Rikers Island luego que los médicos dijeron que estaba lo suficientemente bien como para ser trasladado allí.
Weinstein, de 67 años, originalmente iba a ir directo a la cárcel de Rikers Island tras su condena el 24 de febrero, pero en vez fue ingresado al Hospital Bellevue por preocupaciones sobre su alta presión sanguínea y palpitaciones. Pasó más de una semana hospitalizado.
Su abogado Arthur Aidala, quien lo vio en el hospital el jueves por la mañana, dijo que el exmagnate de Hollywood “obviamente no es la imagen de la salud”.
Además de problemas cardiacos, los abogados han dicho que Weinstein está lidiando con las ramificaciones de una cirugía infructuosa de la espalda derivada de un accidente automovilístico el año pasado y de una condición por la cual recibe inyecciones en los ojos para no perder la vista.
Weinstein usó una andadera para entrar y salir del juzgado durante su juicio.
“Obviamente no está feliz en donde está. Pero está lúcido y realista respecto a todo. Todavía está en estado de incredulidad”, dijo Aidala.
Weinstein debe volver el miércoles a la corte para escuchar su sentencia. Fue hallado culpable de agresión sexual por darle sexo oral por la fuerza a una mujer en 2006 y de violación en tercer grado por su ataque a otra mujer en 2013.
Por el primero de los cargos, enfrenta entre cinco y 25 años en prisión; por el segundo, un máximo de cuatro años. El juez podría dictar que las sentencias se cumplan de manera consecutiva.
Weinstein fue absuelto de cargos de agresión sexual predatoria que habrían podido ponerlo de por vida tras las rejas.
Tras revocarle la libertad bajo fianza cuando fue declarado culpable, el juez James Burke solicitó que fuera colocado en la enfermería de la cárcel. Ahí, dijo, tendría “algo equivalente a custodia protectora”.
Martin Horn, un antiguo comisionado del departamento de correccionales de la ciudad, dijo que pese a su nombre, la enfermería se parece más a una cárcel que a una unidad hospitalaria.
Construida en 1932 como el Hospital de Rikers Island original, la enfermería ahora tiene bloques más pequeños de 10 celdas que son usadas como unidades protectoras para pacientes que puedan ser blanco de la población carcelaria general, como agresores sexuales y exagentes de la ley.
Horn dijo que las cárceles de la ciudad tienen unidades especializadas para personas con discapacidades, pero que los presos con necesidades médicas serias a menudo son enviados a la unidad carcelaria en el Hospital Bellevue.
Un plan aprobado el año pasado llama a cerrar el complejo de Rikers Island para el 2026 y reemplazarlo con cuatro cárceles más pequeñas alrededor de la ciudad. Rikers se ha convertido en sinónimo de violencia y negligencia, mientras que las nuevas cárceles serían más humanas y modernas.