Washington recibió este sábado con gritos de alegría, bocinazos y petardos, la confirmación de la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, como próximo presidente de EE.UU., y se puso así fin a los cuatro días de agonía por la demora en el conteo de votos.
La capital estadounidense, de mayoría demócrata, vive volcada en la política por lo que al minuto después de que se conociese el fin de la Presidencia de Donald Trump sus ciudadanos se lanzaron a las calles.
En la plaza de Columbia Heights, un barrio con fuerte presencia latina, los transeúntes se reunieron a aplaudir y bailar bajo un espléndido día otoñal.
«Ya tenemos nuevo presi», gritaba un joven hondureño, que no quiso dar el nombre, mientras hablaba con por teléfono con su familia en Centroamérica.
Mientras al otro lado de la calle, una mujer ondeaba emocionada la bandera estadounidense ante los coches que respondían con bocinazos y brazos en alto.
La ciudad se dejó desbordar la emoción contenida durante la campaña electoral y, sobre todo, los últimos cuatro días en los que el país contuvo la respiración ante el ajustado resultado.
En las proximidades de la Casa Blanca, que se encuentra fuertemente vallada, un río de gente y coches se congregaba ya, según pudo constatar Efe, para continuar las celebración.
No obstante, su actual inquilino, Donald Trump, no se encuentra dentro ya que aprovechó la jornada del sábado para practicar su deporte favorito, el golf, en su club privado en Sterling (Virginia) a las afueras de la capital.
EFE