Por Viviana Acosta
El régimen escolar de trimestres se aplicará a partir del año lectivo 2023- 2024 en todas las instituciones educativas fiscales de Ecuador. Así lo dispone el nuevo Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), emitido en febrero de este año.
Desde el 2012, los estudiantes eran evaluados por quimestres y contaban con días de descanso entre los dos periodos. No obstante, la ministra de Educación, María Brown, informó que en este nuevo año lectivo se retomará a la modalidad de tres periodos académicos como parte de los cambios educativos que se están aplicando a escala nacional.
En una entrevista para Teleamazonas, el 8 de marzo del 2023, la ministra aseguró que “el trimestre permitirá tener información de cómo avanzan los estudiantes en todo el año de forma oportuna». Aseguró que con eso se tomarán medidas correctivas de nivelación y acompañamiento pedagógico más temprano «y no se esperará hasta al final para tratar de recuperar aprendizajes».
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Ventajas de los tres periodos académicos
Expertos y profesores coinciden en que el retorno a este modelo es positivo y acertado para la educación. Dicen que con los tres periodos habrá un mejor seguimiento e involucramiento de estudiantes, docentes y padres de familia. Y que se otorgará un análisis del proceso de aprendizaje de forma integral.
Sofía Zevallos, psicóloga educativa, indica que los tres periodos ayudarán a establecer descansos necesarios para la adquisición de aprendizajes. Además dice que habrá un control permanente del nivel de cada estudiante con las evaluaciones más seguidas para corregir a tiempo las brechas.
Asimismo, Diego Rodríguez, docente de matemáticas de un colegio fiscal emblemático de la capital, considera que la implantación del antiguo modelo es buena y era necesaria porque servirá de retroalimentación constante para los maestros.
Problemas de adaptación
En Ecuador hay 4,3 millones de estudiantes, de los cuales el 75% pertenecen a las 12 341 instituciones educativas fiscales, en donde se deberá aplicar la nueva disposición. Sumadas a los planteles fiscomisionales, particulares y municipales, en el país hay un total de 15 997.
“Los cambios son difíciles pero no imposibles en el campo del aprendizaje, podemos aprender e igualarnos, requiere esfuerzo y dedicación del alumno y del maestro”, explica la psicóloga Zevallos sobre el posible impacto que tendría el retorno a los trimestres.
La profesora Ximena Duchicela coinciden con ella. Manifiesta que la adaptación se dará sin mayores problemas, ya que es un tema temporal. Ella dice que con los trimestres las evaluaciones se realizarán cada mes y eso ayudará a que los estudiantes se enfoquen en adquirir conocimientos.
«Todo cambio implica cierta dificultad, pero debemos adaptarnos y prepararnos para el mejoramiento del alumnado», asegura el docente Rodríguez.
Dificultades para los maestros
Los 146 301 docentes fiscales -de un total de 208 876- deberán aplicar el nuevo modelo. Con los trimestres, los estudiantes deberán rendir más evaluaciones y requerirán un mayor acompañamiento pedagógico de su parte. Esta situación genera un debate por el posible aumento de la carga laboral de los profesores.
Duchicela considera que no sería un problema, ya que con la metodología adecuada los maestros podrán cumplir con sus actividades. Pero recuerda que esto no se debe confundir con la precarización laboral en el sistema educativo, que debería ser analizada, especialmente en el sistema fiscal.
Por su parte, Rodríguez sostiene que para cumplir con las demandas del nuevo cronograma se debe realizar una apropiada planificación a lo largo del año, con el objetivo de tener más oportunidades para avanzar en las materias y conseguir un mejor desempeño del alumnado.
No obstante, tanto expertos como profesores indican que el resultado también dependerá de la preparación y recursos que cada institución educativa tenga. Zevallos considera que las fortalezas de la Educación en el país se deben enfocar en el crecimiento profesional.
Para ello, el docente Rodríguez considera indispensable que haya una capacitación constante y que las autoridades educativas proporcionen los recursos necesarios para mejorar los mecanismos de enseñanza y evaluación.
Planteles particulares, municipales y fiscomisionales
Los planteles educativos particulares, municipales y fiscomisionales tienen la autonomía de elaborar su propio cronograma escolar, respetando los 200 días laborables en el período escolar. Pueden organizarlo por bimestres, trimestres o quimestres.
Ingrid Zúñiga, psicóloga y directora de una institución particular del sur de Quito, indica que se encuentran definiendo el modelo que aplicarán en el siguiente año lectivo. Pero, independientemente de ello, asegura que este cambio no afectaría a los estudiantes del plantel que dirige porque mantuvieron el sistema de evaluación continua entre quimestres.
En su experiencia, la psicóloga considera que este modelo de constante de evaluación es efectivo, siempre y cuando el examen no sea un mecanismo de estrés sino que sirva como una herramienta para realizar acompañamiento y refuerzo de aprendizajes.
También señala que el retorno a los trimestres es positivo, ya que se apega al mecanismo antes descrito, pero reitera en que el resultado dependerá del correcto proceso de acompañamiento y del refuerzo que se aplique a lo largo de cada periodo académico.
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