Si los últimos dos Juegos Olímpicos demostraron algo cuando se trata del voleibol de sala, es el hecho de que un mal debut está lejos de ser perjudicial.
Ambos equipos que se colgaron las medallas de oro en los Juegos de Río 2016 terminaron cuartos en la fase de grupos antes de ganar tres juegos consecutivos en la ronda de eliminación directa rumbo a lo más alto del podio.
La selección masculina de Brasil debió derrotar a Francia en el último duelo de la fase de grupos para avanzar, mientras que la selección femenina de China perdió tres de sus primeros cinco encuentros antes de arrasar en la ronda decisiva.
Un patrón similar se dio en Londres 2012, cuando los campeones Rusia (hombres) y Brasil (mujeres) ganaron el oro tras terminar tercer y cuarto, respectivamente, en la fase de grupos.
“Los equipos que ganan han encontrado la manera de superar grandes adversidades, perder partidos importantes, perder más de un solo partido”, aseguró la entrenadora del equipo femenino de Estados Unidos Karch Kiraly. “No creo que nadie salga sin recibir golpes. Es parte del proceso”.
Ese podría ser el caso en esta ocasión con varios candidatos como China, Estados Unidos, Italia y Serbia en la rama femenina y Brasil, Polonia, Rusia, Francia y Estados Unidos en los hombres.
GRUPOS FUERTES
El sorteo presentó un complicado Grupo B de hombres, con cuatro de los mejores cinco equipos del mundo todos juntos. El campeón defensor Brasil lo encabeza junto a Rusia, Estados Unidos y Francia. Polonia tiene un camino más fácil en el Grupo A.
En la rama femenina, Estados Unidos, número 1 del mundo, está en el mismo grupo que China, las campeonas vigentes y segundas del ránking.
CAMPEONES DEFENSORES
Ambos campeones defensores están en buena posición para repetir medalla. Bruno Rezende regresa para sus cuartos Juegos Olímpicos con Brasil, después de que ganar la plata en el 2008 y 2012, así como el oro en casa en Río 2016. Se une al novato olímpico Alan Souza, Jugador Más Valioso de la Copa del Mundo 2019. Brasil busca su cuarto oro para empatar el combinado total de la Unión Soviética y Rusia.
El equipo femenino de China también busca su cuarto oro para empatar el récord soviético.
LA TERCERA ES LA VENCIDA
La bloqueadora estaodunidense Foluke Akinradewo Gunderson regresa para sus terceras justas tras una complicada etapa después de Río. Esos juegos terminaron con un desazón para Gunderson, que se lesionó la rodilla en el primer set de la derrota ante Serbia en las semifinales.
Gunderson se casó desde entonces y dio a luz a su primer hijo en noviembre del 2019, pero ha utilizado el año extra para volver a estar en forma.
“Iba a hacer lo necesario para que sucediera”, dijo Gunderson. “Pero hubo muchos momentos en el camino en los que pensé que no era para mi”.