En nuestro país la salud mental es una deuda pendiente. En el servicio de salud y en los centros educativos públicos faltan psicólogos y psiquiatras que puedan atender la demanda de personas que necesitan atención. Al no ser visible externamente el dolor emocional es menospreciado, y quienes están sufriendo en muchas ocasiones lo ocultan por el temor a ser juzgados, sin saber que ignorarlo puede traer consecuencias devastadoras. Ser capaces de detectar quiénes y en dónde necesitan esta ayuda debería ser una prioridad del Estado y a la par garantizar el acceso a servicios de calidad. En el siguiente reportaje entenderemos por qué es urgente tomar acciones alrededor de la prevención del suicidio.