Aunque hoy en día impere lo efímero, la fabricación masiva y en serie, hay quienes se resisten a que desaparezca uno de los oficios con más tradición, ancestral e incluso una herencia familiar.

Por fortuna, todavía podemos llevarles nuestros zapatos más gastados pero también los más queridos para que les devuelvan la vida y el lustre.

En este primer reportaje les contamos la historia de quienes hacen magia en sus talleres a través de la restauración de zapatos.