El aguacate ecuatoriano es un manjar apetecido en el mundo entero. Solo el año pasado el país exportó alrededor de 3000 toneladas. Su sabor, consistencia, color y asombrosa versatilidad en la cocina le han valido el apodo de “oro verde”. Se puede saborear de maneras tan sencillas como en una ensalada, acompañando un buen locro, por supuesto en guacamole y hasta en postres.