El intenso olor provocado por el fuego, las nubes gigantes de humo, sirenas de bomberos, imágenes sobrecogedoras, la sensación de un estado de caos y cientos de personas enfrentándose a los incendios simultáneos en Quito. 

Desde hace varias semanas Quito ha sido sacudida por devastadores incendios que van dejando cicatrices profundas en la ciudad y sus habitantes. Las llamas no solo consumieron hectáreas de vegetación, sino que arrasaron con hogares, animales, bienes y el trabajo de toda una vida. La pérdida material es evidente; familias enteras han quedado despojadas de su hogar, enfrentando la difícil tarea de reconstruir sus vidas desde cero.