Descubrir sus bondades es entrar al mundo de un antojo y, a la vez, un superalimento. Y si en la salud es un gran aliado, no se diga en la cocina, en donde aporta textura y un ligero sabor a las más variadas recetas.
Esta leguminosa cargada de nutrientes es la protagonista de la fanesca que se espera con ansias y el ceviche que se come al paso. También está presente en el ají criollo y por qué no sopas, salsas, hamburguesas y hasta postres. Y es que su sabor sutil le permite combinarse en platos de sal y dulce.