Cumplir la mayoría de edad es una gran alegría para la mayoría de los jóvenes. Sin embargo, para aquellos que han quedado en la orfandad o han sido separados de sus familias por violencia o maltrato, es una sentencia. Deben abandonar el acogimiento institucional del Estado, con su maleta y con el dolor de dejar atrás lo que fue su hogar, muchas veces sin haber terminado el colegio y sin tener dinero ni las habilidades para mantenerse por sí mismos.
El domingo 04 de agosto, en Día a Día, abordamos este tema, explorando la realidad de estos jóvenes.