Cuando un bebé nace demasiado pronto, los riesgos para su vida son muy altos.

Ahí comienza un camino lleno de preocupación pero también de esperanza.

La atención de su familia y del equipo de salud será esencial en los siguientes días y semanas pues están muy vulnerables a enfermedades e infecciones.

Sus pulmones, cerebro y demás órganos están apenas desarrollándose y hay que lograr que aquello que no terminó de formarse en el vientre materno, lo haga en una incubadora.

Hablamos con madres y el equipo médico que lucha junto a los bebés prematuros.