Hay registros de que ya estaba en nuestro territorio hace 8 000 años.

Actualmente en Ecuador se cultivan 5 especies de las que se desprenden más de una veintena de tipos, regados a lo ancho y largo de nuestro territorio; de todos los colores, tamaños, por supuesto con distintos niveles de picante y con nombres bastante peculiares.

De ser un acompañante al que se le encarga la compleja misión de mejorar cualquier plato, ha pasado a convertirse en ingrediente esencial de la cocina contemporánea.