Las enfermedades digestivas definitivamente afectan nuestra calidad de vida, y últimamente, hay una de la que se habla con mucha frecuencia: el sibo.

Este enfermedad puede provocarnos una mala absorción de grasas, carbohidratos y proteínas.

Adicionalmente, puede resultar en una deficiencia de vitaminas, huesos debilitados e incluso cálculos renales.

Todo esto, debido a un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.

Sus señales son realmente molestosas: dolor abdominal, náuseas, hinchazón y una sensación incómoda de saciedad después de comer.

Ahora, si estos síntomas le resultan familiares, ponga mucha atención a este reportaje acerca del SIBO.