Aunque es un problema global, no deberíamos verlo con tanta distancia pues con algunas prácticas que tenemos a diario en nuestros hogares, estamos agravándolo.

Solo imaginar que casi la mitad de la comida en nuestro país se va a la basura, debería levantar todas las alarmas.

Se debería pensar más en la importancia de planificar nuestras compras, almacenar adecuadamente los alimentos y utilizar métodos creativos para aprovechar al máximo los recursos disponibles.

Si comenzamos en casa es posible que logremos reducir el desperdicio de alimentos.