Japón inicia vertido de aguas residuales de Fukushima en el océano

Japón inició este jueves 24 de agosto de 2023 la descarga al océano del agua residual de la accidentada central nuclear de Fukushima, a pesar de la preocupación de sus pescadores y la fuerte oposición de China, que de inmediato reforzó sus restricciones comerciales contra Tokio.

La descarga de alrededor de 540 piscinas olímpicas de agua en el Pacífico es un paso importante para desmantelar la central, todavía muy peligrosa doce años después de uno de los peores accidentes nucleares de la historia.

El vertido comenzó después de que se realizaran las últimas comprobaciones en cuanto a las bombas de agua y se abrieran algunas válvulas de forma manual, según anunció la empresa responsable de la accidentada central, TEPCO.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU, que dio el visto bueno al plan, supervisa este proceso que a su entender se adecua a «las normas internacionales de seguridad» y tendrá una impacto «insignificante en la población y el medio ambiente».

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Protestas

Sin embargo, poco después del anuncio del inicio del vertido, China decidió suspender todas sus importaciones de productos del mar procedentes de Japón y calificó el plan de Tokio de «extremadamente egoísta e irresponsable».

Pekín ya había paralizado todas las importaciones de alimentos de 10 de las 47 prefecturas japonesas en julio. Hong Kong y Macao habían hecho lo mismo. En Corea del Sur, otro vecino de Japón, el vertido ha provocado protestas y preocupación entre la ciudadanía.

Crisis nuclear

El vertido ha comenzado más de 12 años después de la crisis nuclear acarreada por el terremoto y tsunami que sacudieron esta zona de Japón en 2011. Se lleva a cabo tras someterse a un proceso de depurado a través de un circuito llamado ALPS (Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos).

Desde entonces, TEPCO ha recogido más de 1,3 millones de metros cúbicos, almacenados en 1.000 contenedores de acero, de agua contaminada de los refrigeradores, el subsuelo y de lluvia.

Según la empresa, su capacidad está al límite y necesita hacer espacio para quitar el combustible nuclear y los escombros de los reactores destruidos. El vertido será progresivo y se extenderá hasta los años 2050.

TEPCO asegura que este líquido se sometió a un tratamiento para eliminar todos los radioisótopos a excepción del tritio, que se encuentra en niveles inocuos y más bajos de los que liberan las centrales nucleares operativas, incluido en China.

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