Los orígenes del bitcoin se remontan a enero de 2009.
Pero cuando se preguntan quién es realmente el supuesto creador de las criptomonedas son dos personas diferentes que se adjudican su creación.
El científico informático australiano Craig Wright recibió en 2018 una demanda por fraude de parte de la familia del estadounidense David Kleiman, fallecido en 2013.
Ira Kleiman, hermana de David y quien encabeza el proceso por una millonaria indemnización, asegura que su hermano contribuyó a la creación de la criptomoneda.
Wright aduce que lo que hizo el estadounidense fue ayudar a «editar el protocolo relacionado con bitcoin”, pero no lo creó.
El cálculo en dólares de los 1,1 millones de unidades de bitcóin en juego en la demanda está aún por determinarse por parte del tribunal de Florida el día del veredicto, en un caso cuya fase de argumentos culmina esta semana.
El bitcoin no existe físicamente, ni la controla ningún país.
Es dinero virtual cuyo precio varía constantemente, tal como ocurre con otras monedas como el dólar, el peso o el euro.
Sin embargo, su rubro en realidad es mucho más volátil y, como no hay ningún organismo que las controle, sube y baja en relación a cómo se mueve el mercado.
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