Esta es la historia de Manuel Bolaños, un hombre de 51 años, vendedor de humitas, que nos demuestra su fortaleza para salir adelante. Si, eso es lo principal en su vida.
Un desprendimiento de retina hace varios años lo condenó a quedar con el 100 % de ceguera. Pero eso, lejos de frenarlo, le dio más impulso para salir adelante junto a sus hijos.
Manuel, desde las 6 de la mañana, y de domingo a domingo, se dedica a vender humitas en las calles de Guayaquil.
Sus principales consumidores son los moradores de los barrios Sauces. Ahí, al grito de «humitas, humitas», recorre las calles junto a uno de sus hijos.
El menor lo guía para que no haya accidentes y puedan avanzar más rápido en la venta de sus productos.
Tiene cuatro hijos, es separado de su mujer, pero afirma que nada es imposible.
«Mi meta es ser grande, guiar a mis hijos y ser su ejemplo», dijo Manuel Bolaños. Y agrega que «no importa que no vea, más vale la fortaleza para seguir adelante».
Sus hijos, vecinos, clientes afirman que es un digno ejemplo a seguir pues nada lo frena. Por el contrario, todos opinan que este vendedor de humitas es una inspiración para quienes tienen sus sentidos completos.
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¡Peligroso! Viajan tres personas en moto, una de ellas es menor de edad y no porta casco https://t.co/xpAd0WWQ6H pic.twitter.com/nEvOJquMVQ
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