La situación provocada por la pandemia de COVID-19 en la India llevó a ese país a niveles críticos que se convirtieron en escenarios aterradores.
La variante del coronavirus B.1.617, identificada en la India, fue considerada como una «preocupación a nivel mundial», según Maria Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS encargada de la gestión de la pandemia.
Esta variante India del coronavirus, tiene una característica que le permite al microorganismo penetrar más fácilmente en la células y de hecho evadir más efectivamente al sistema inmunológico del organismo humano.
Según el portal de noticias RT, » Aunque sigue bajo investigación, se estima que esta cepa está desempeñando un importante papel en el brusco aumento de los contagios en la India en las últimas semanas».
La India registra ya 240 000 muertes por COVID-19 y más de 22 millones de casos positivos de la enfermedad. Esta situación llevó a la saturación del sistema de salud de la nación.
Hace tres semanas se reportó que cientos de cuerpos eran incinerados en campos comunes. A pesar de ello en la India es común incinerar los cuerpos de los fallecidos como un ritual espiritual que les permite una purificación del ser querido que ha dejado de existir.
En otras naciones aún se experimentan situaciones críticas y, según los expertos, la única forma de combatir esos efectos es desarrollar un proceso de vacunación efectivo, en orden y que sea masiva para alcanzar el escenario de inmunidad de rebaño, como potencialmente lo ha hecho Israel, país en el que incluso se logró suavizar las medidas de restricción.