Johnson & Johnson anunció este viernes que su posible vacuna contra el COVID-19 produjo resultados positivos en los voluntarios que formaron parte de su etapa inicial de pruebas.
La vacuna, llamada Ad26.COV2.S, obtuvo resultados positivos, pues fue bien tolerada en dos dosis diferentes, según los resultados conocidos. La opción de una única inyección, frente a la dos que prueban Moderna y Pfizer, podría facilitar su distribución. Sin embargo, todavía no está claro si la población mayor, uno de los grupos de riesgo de la COVID-19, resultará protegida en el mismo grado que la población joven
Aquellos voluntarios que recibieron cualquiera de las dos dosis de distinta magnitud generaron una fuerte respuesta inmune contra la enfermedad. Basada en estos resultados, la compañía comenzó el pasado miércoles la tercera y última fase de pruebas necesarias antes de solicitar la aprobación.
El estudio cuenta con la mayor cantidad de voluntarios para un proceso de esta naturaleza. Son 60.000, el doble de la cantidad que participan en aquellos llevados a cabo por otros laboratorios. Y están distribuidos en 215 locaciones a lo largo de 8 países: EEUU, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
A diferencia de otras candidatas, la posible vacuna de Johnson & Johnson busca generar inmunidad con una sola dosis. Característica que facilitará su transporte, distribución y disminuirá su costo, en caso de que sea aprobada.
Los científicos indicaron que 29 días después de la vacunación el 98% de los participantes de quienes hubo datos disponibles para realizar el análisis provisional presentaron anticuerpos neutralizantes.
Los resultados, que no están revisados por pares, están publicados en el sitio web médico medRxiv.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LA VACUNA CONTRA EL COVID-19
Además, en los datos se indicó que en los participantes mayores de 65 años, la tasa de reacciones adversas como la fatiga y los dolores musculares fue del 36%. Una cifra sustancialmente inferior al 64% observado en los participantes más jóvenes. Ello sugeriría que la respuesta inmune en el primer grupo podría no ser tan fuerte.
Sin embargo, solo hubo información disponibles de 15 personas mayores de 65 años. Por lo que los científicos indicaron que es necesario obtener resultados de más voluntarios antes de llegar a conclusiones sobre este aspecto de la vacuna.
RESULTADOS PROMETEDORES
La vacuna está basada en un vector recombinante que utiliza un adenovirus humano (el virus responsable del resfriado común). El vector de adenovirus usado se ha modificado para que ya no se pueda replicar en humanos y causar enfermedad.
La compañía ya había comprobado que la vacuna produjo resultados positivos macacos y proporcionó una protección completa o casi completa contra la infección por virus en los pulmones y la nariz después de que fueran expuestos al SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
Johnson & Johnson indicó que espera tener los resultados finales de sus pruebas para finales de este año o principios del próximo.
No obstante, y al igual que otras candidatas prometedoras, la compañía comenzó la producción en masa de la vacuna para poder distribuirla de manera inmediata en caso de ser aprobada.
La compañía planea fabricar hasta mil millones de dosis en 2021, dijo dijo Paul Stoffels, director científico de la empresa.
POSIBLES VACUNAS CONTRA EL COVID-19
Actualmente hay 11 posibles vacunas que se encuentran en la última etapa de pruebas. De las que también se están produciendo en Estados Unidos, se encuentran la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Moderna y Pfizer y BioNtech. Todas las compañías establecieron que se comprometen a no buscar la aprobación, hasta que no se haya demostrado su seguridad y efectividad.
«Nosotras, las compañías biofarmacéuticas abajo firmantes, queremos dejar claro nuestro compromiso continuo con el desarrollo y las pruebas de las vacunas potenciales para la COVID-19 de acuerdo con altos estándares éticos y principios científicos sólidos», aseguran las farmacéuticas en el documento.
Asimismo, expresan su esperanza de que la firma del compromiso «ayude a asegurar la confianza del público, en el riguroso proceso científico y regulatorio con el que se evalúa las vacunas de la COVID-19».