El Gobierno de Uruguay decretó que se mantengan hasta el 30 de mayo las medidas ya implementadas para prevenir contagios de covid-19, con la excepción del cierre de gimnasios y tiendas libre de impuestos, que reabrirán el lunes próximo.
El decreto, firmado el miércoles por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y su gabinete, y que puede verse este jueves en la web de Presidencia, dispone que se amplíe la suspensión de fiestas, eventos sociales y espectáculos públicos, el cierre de las plazas de comidas de centros comerciales y los casinos, así como la exhortación al teletrabajo en oficinas públicas.
Por otro lado, se anuncia la habilitación -que ya se había adelantado en la víspera- a partir del 24 de mayo de la actividad deportiva en gimnasios y lugares cerrados los cuales, indica el decreto, deberán tener «un aforo máximo equivalente al 30 % de su capacidad máxima» y un límite de una hora de permanencia en el local.
Se habilitan, además, los entrenamientos del deporte aficionado y las tiendas libre de impuestos (free-shop) ubicadas en la frontera de Uruguay con Brasil.
Según habían confirmado el miércoles a Efe fuentes de Presidencia de la República, el Poder Ejecutivo elabora asimismo un decreto para la eliminación de la cuarentena obligatoria.
Sin embargo, esto no significa que Uruguay esté reabriendo sus fronteras, ya que se mantendrá el ingreso al país únicamente para ciudadanos y residentes o para extranjeros que cumplan con algunas de las excepciones que el Gobierno definió.
Estas medidas se dan en medio de una compleja situación sanitaria, con cifras diarias de muertes en el país (en el entorno de los 50) que lo colocan como uno de los países con mayor cantidad de decesos en el mundo con respecto a su población.
La gran apuesta del Gobierno para seguir avanzando en el retorno a la normalidad es la vacunación. Hasta las 18.28 horas de este jueves (21.28 GMT), 1.520.598 personas han sido inoculadas con la primera dosis de las farmacéuticas china Sinovac, la anglo-sueca AstraZeneca y la estadounidense Pfizer, y 968.441 con la segunda de Pfizer o Sinovac.
Esto supone que el 43,37 % de la población cuenta con la primera dosis y el 27,62 % con la segunda. EFE