El cambio de unidades en el Corredor Central Norte empezó esta semana. Buses convencionales reemplazan a los articulados. Sin embargo, las quejas de los usuarios se mantienen.
El principal problema es que los buses convencionales tienen menos espacio y esto conlleva a que, en horas pico, los usuarios tengan que esperar más tiempo para subirse a una unidad.
Por esta razón, para los ciudadanos este cambio no representa una mejora en el servicio.
Según Ney Jiménez, gerente general del Corredor Central Norte, los inconvenientes registrados en estos primeros días de operación de los buses convencionales se irán solucionando a partir de la próxima semana.
Está previsto que 60 buses operen en ese corredor.