«Uhmmmmm… gracias…»: aunque de apariencia anodina, los dos recipientes de basura del puente David Hall de Malmo (sur de Suecia) no dejan de sorprender a los transeúntes con su sensual voz femenina.
Esta ciudad cambió recientemente la voz de sus papeleras parlantes por una voz femenina y sensual.
Lanza mensajes provocadores (muy lejos de la moderación luterana de este país), en una nueva campaña de sensibilización a la limpieza urbana.
La municipalidad se propuso dotar de voz a los residuos.
Equipados con un detector y un módulo sonoro, los recipientes emiten un mensaje vocal cada vez que alguien los abre.
Las papeleras parlantes, que llevan varios años instaladas en una calle muy transitada de la tercera ciudad de Suecia, animaban hasta ahora a los transeúntes a mantener las distancias durante la pandemia de coronavirus.