Una mujer y su hijo de tres años murieron ahogados en un río de Nicaragua luego de que un manatí golpeó la embarcación en la que viajaban, informó este domingo la organización política a la que pertenecía la víctima.
Flor de Lina Jems, vicepresidenta del partido Ciudadanos por la Libertad en el municipio Desembocadura de Río Grande, en el este de Nicaragua, falleció ahogada junto con su niño en el Río Grande de Matagalpa. Ninguno sabía nadar y no pudieron ser rescatados por otros cuatro ocupantes de la lancha, detalló la organización política.
«La tragedia ocurrió cuando un manatí volcó el bote, donde viajaban seis personas (…) el accidente ocurrió la madrugada del viernes (pasado)», indicó el partido Ciudadanos por la Libertad.
Los viajeros se trasladaban de la comunidad de Sandy Bay, en la costa de Nicaragua, hacia La Cruz de Río Grande, para comercializar granos básicos.
El Río Grande de Matagalpa, uno de los más caudalosos del Caribe de Nicaragua, es uno de los hábitats del manatí en el país centroamericano.
El manatí (Trichechus manatus) es una especie considerada apacible; sin embargo, un ejemplar puede medir tres metros de largo y pesar más de 500 kilos, suficiente para provocar un accidente al menor roce con un pequeña embarcación, tal como ocurrió en Nicaragua, según fuentes especializadas.
De acuerdo con los datos oficiales, el Río Grande de Matagalpa cuenta con al menos dos caños que sirven como área de reproducción del manatí..
Los manatíes también utilizan el Río Grande de Matagalpa como rutas de traslado para alcanzar la laguna de Toplok, donde suelen alimentarse.
El manatí, es una especie considerada en peligro de extinción en todo el mundo y está protegido en Nicaragua por una veda a perpetuidad.