Un ritual andino pide a las divinidades que alejen a la Covid-19

Un ritual andino en una cumbre de Bolivia dio la bienvenida este lunes a la nueva época de siembra y fertilidad de la Pachamama o Madre Tierra para que no falten alimentos, a la vez que rogó a los «apus» o divinidades de las montañas que intercedan para alejar la COVID-19 del país.

La apacheta o punto de ofrendas en La Cumbre, cerca a La Paz, fue el lugar elegido para el ritual en el que participó el viceministro interino de Descolonización de Bolivia, Leonardo Montaño, junto a un grupo en su mayoría de indígenas.

Piden a los dioses fortalecer a la tierra

Montaño contó a Efe que el 21 de septiembre, que se celebra el comienzo de la primavera en el hemisferio sur, también es una fecha muy importante en el «mundo andino», ya que se ingresa a la etapa de fertilidad y de producción de la tierra.

«Estamos pidiendo que la producción empiece a generar», a «fortalecerse poco a poco con las energías de la Pacha (tierra)», manifestó.

Ritual andino

La ofrenda incluyó una k’oa o mesa que preparada para la Madre Tierra con «dulces» de diversas imágenes hechas de azúcar, lanas de distintos colores, incienso, hojas de coca y un «sullu» o feto de llama muerto.

Esta ofrenda se la deja en el fuego hasta que se consuma y se la «ch’alla» o rocía con alcohol para pedirle a la Madre Tierra que no haga faltar alimentos al país, tras vivir momentos duros por la COVID-19.

Que se vaya la Covid-19

También se realizó otra ofrenda a la Pachamama en otra apacheta cercana, que son lugares sagrados en un punto alto donde se realizan este tipo de rituales, para pedirle a la Madre Tierra y a otras divinidades que ayuden para que la pandemia de la COVID-19 se «vaya del país».

 Montaño explicó que con ese ritual los amautas o sabios andinos piden a los apus, divinidades de las montañas, que intercedan para que ya no haya más enfermos de COVID-19 en el país y ayuden a aliviar a los enfermos.

En ese ritual utilizaron lanas de color blanco y negro y se dejaron ofrendas en el lugar sagrado, para que los bolivianos gocen de salud, acompañando la canción que interpretaba uno de los presentes con un charango.

Estos rituales se celebran en Bolivia desde hace siglos en comunidades indígenas, aunque con los años se han ido adaptando y en la actualidad se realizan también en ciudades, en especial en agosto, que se considera el mes de la Madre Tierra.

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El último reporte del Ministerio de Salud señala que en el país hay 7.617 decesos y 130.676 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 89.617 se recuperaron.

Bolivia vivió momentos difíciles por la COVID-19, con saturación de hospitales y de cementerios, además de protestas sociales en medio de la emergencia sanitaria.

El país ingresó este mes en una etapa de «postconfinamiento», tras más de cinco meses de cuarentena, con menos restricciones y una curva en descenso tanto de contagios como de fallecidos.

EFE