Un niño de 12 años usó su creatividad para crear una silla de ruedas con los bloques de Lego para que una perrita sin sus patas delanteras pueda movilizarse.
Gracie es una perrita que nació sin sus extremidades delanteras y al poco tiempo de nacer fue abandonada en la puerta de una oficina veterinaria llena de gusanos. El veterinario se contactó con un refugio local Mostly Mutts Animal Rescue, ubicado en Kennesaw, Georgia, para darle una oportunidad.
La familia Turleys, a cargo del centro, se enamoró de la pequeña y decidieron adoptarla y llevársela a casa. Al igual que la perrita, los otros canes tenían discapacidades, un perro paralítico en sus patas traseras y otra perra con solo 3 patas.
Dylan, un niño de 12 años es voluntario del refugio y las personas a cargo del refugio le pidieron que buscara una solución para que Gracie pudiera desplazarse mejor y sin hacer tantos esfuerzos.
Tras esta petición, el niño tardó una semana en diseñar una silla de ruedas con los ladrillos de Lego, la cual le permite apoyar todo su peso sobre las piezas y empujarse con las patas traseras que le permite movilizarse sin ninguna dificultad por su casa y por el parque.
Debido a que Gracie se encontraba en una etapa de crecimiento, Dylan tuvo que diseñar otra silla de ruedas más grande. En el segundo modelo levantaba un poco más su cuerpo para evitar daños en su columna vertebral. Una vez que la perra llegó a su tamaño de adulta, la familia Turley le compró otra silla más resistente y ergonómica que podrá usar para siempre.
La perrita cuenta con su propia cuenta de Facebook donde se narran sus aventuras. Su perfil ya cuenta con 3 500 personas. Puedes encontrarla en AmazingGracie.ga.