Un joven detona un artefacto explosivo en una escuela

 Al menos once personas, diez de ellas menores, resultaron heridas hoy a consecuencia de un atentado con un artefacto explosivo en una escuela religiosa en la ciudad rusa de Sérpujov, ubicada casi cien kilómetros al sur de Moscú

«Resultó herido el terrorista de 18 años y diez niños. Uno de los niños rehúso ser hospitalizado. Los demás fueron ingresados (…). Se encuentra fuera de peligro», declaró la Defensora del Niño de la región de Moscú, Xeni Mishónova, a la agencia Interfax.

La explosión ocurrió a la hora de las oraciones matutinas, luego de que el atacante llegase al colegio y activase el artefacto explosivo, que le arrancó una pierna.

Aunque en un principio el atacante fue dado por muerto, posteriormente una fuente afirmó a la agencia rusa TASS que sigue vivo y «fue hospitalizado en un estado extremadamente grave».

Los médicos tardaron en atenderlo debido al peligro de que tuviese consigo otros artefactos explosivos, por lo que solo accedieron a él tras la llegada de los zapadores.

Además de la bomba, el atacante trajo al lugar de los hechos un arma blanca parecida a un machete.

Según una fuente citada por el portal Meduza, el ataque se debió «al odio que sentía el atacante a los maestros de la escuela y las monjas en base a problemas personales», ya que, según la misma fuente, fue objeto de acoso moral cuando era escolar.

INVESTIGACIONES

El Comité de Instrucción de Rusia inició las investigaciones tras abrir dos causas penales por intento de asesinato y posesión ilegal de artefactos explosivos, según informó la entidad en su página web.

«En el lugar de los hechos trabaja un grupo de criminalistas integrado por los agentes con más experiencia de la región de Moscú», añadió el Comité de Instrucción.

La Iglesia Ortodoxa rusa expresó sus condolencias a las víctimas del ataque.

«Donde quiera que sucedan ataques como estos, causan el mismo dolor y el deseo de evitar que vuelvan a suceder en el futuro», escribió en su canal de Telegram el portavoz de la Iglesia Ortodoxa rusa Vladímir Legoyda, quien aseguró que la Iglesia ayudará a todas las víctimas