El fármaco Olaparib reduce en un 32 % el riesgo de muerte en cáncer de mama precoz de alto riesgo y de tipo hereditario, con mutaciones de genes BRCA1 y BRC2.
Son los últimos resultados del estudio Olympia.
Presentó su investigador principal, Andrew Tutt, en una sesión plenaria virtual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).
Estos datos actualizan los divulgados en junio de 2021, que ya demostraban una reducción del 42 % en el riesgo de recaída.
Esto, en pacientes con mutaciones BRCA1 y BRCA2, los genes implicados en el desarrollo del cáncer de mama hereditario.
Los resultados de este segundo análisis demuestran una mejora tanto estadística como clínicamente significativa en la supervivencia global.
Tras un año de Olaparib como tratamiento adyuvante -terapia complementaria que se administra después del tratamiento primario- en comparación con el placebo.
Concretamente, se ha demostrado una reducción de un 32 % del riesgo de muerte en pacientes con cáncer de mama precoz HER2 negativo de alto riesgo y mutaciones de la línea germinal del BRCA.
“Olympia demuestra que Olaparib reduce el riesgo de reaparición del cáncer y aumenta la supervivencia global en pacientes con una variante patogénica hereditaria en los genes BRCA1 o BRCA2, lo que pueden marcar un antes y un después en el tratamiento de estas pacientes porque ofrecen la posibilidad de una curación”, afirmó la doctora Judith Balmaña, que ha trabajado en el estudio.
Estos resultados han impulsado ya la aprobación del fármaco por parte de las autoridades sanitarias estadounidenses de la FDA.
Para la población diana y en el contexto adyuvante, lo que supone un cambio en la práctica clínica.
El tratamiento ya estaba aprobado en el contexto metastásico y ahora ha conseguido la indicación en fases iniciales de la enfermedad.
En el estudio Olympia intervienen 1.836 pacientes con cáncer de mama hereditario.
Ocho de cada diez participantes en dicho ensayo en fase III padecían concretamente el subtipo triple negativo.
El más frecuente en pacientes con cáncer de mama hereditario y con menos opciones de tratamiento más allá de la quimioterapia.