Ucrania pidió el miércoles 28 de septiembre de 2022 a la OTAN y la Unión Europea más ayuda militar y nuevas sanciones contra Moscú. La solicitud de un nuevo cargamento se da luego de que las autoridades prorrusas proclamaran victoria en los discutidos referendos a regiones ucranianas en las que ganó el ‘sí’ por la anexión a Rusia.
Los resultados de las consultas populares, para Rusia, ‘hablan por sí solos’. La diplomacia rusa afirmó que los habitantes de las cuatro regiones que votaron: Donbás [Lugansk y Donetsk], de Jersón y de Zaporiyia no quieren volver a su vida de antes,. Por ello han hecho una ‘elección consciente’ y libre en favor de Rusia.
Los aliados de Kiev anunciaron que no reconocerían su resultado. Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canadá reiteraron el miércoles que «nunca» reconocerían los resultados de las votaciones, una promesa que ya hizo el G7 días antes.
- Incluso China, supuestamente cercana a Moscú, pidió respeto a «la integridad territorial de todos los países».
En este marco, el gobierno ucraniano quiere que las palabras se traduzcan en hechos y reclamó más armas. Esto a pesar de las advertencias de Moscú de que podría emplear su arsenal nuclear para proteger esos territorios en caso de anexión.
«Ucrania pide a la UE, a la OTAN y al Grupo de los Siete aumentar su presión sobre Rusia inmediata y significativamente, incluyendo la imposición de nuevas sanciones, y aumentar significativamente su ayuda militar», dijo el Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores.
En su comunicado enumeró «tanques, aviones de combate, vehículos armados, artillería de largo alcance, material antiaéreo y equipamiento de defensa antimisiles». El miércoles, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de armas y suministros para Ucrania por valor de 1.100 millones de dólares.
Tras el anuncio de los resultados de las consultas populares, Leonid Pasechnik, jefe separatista prorruso de Lugansk, hizo un pedido al presidente de Rusia Vladimir Putin. Le solicitó que examine la cuestión de la adhesión de la República Popular de Lugansk a Rusia como sujeto de la Federación de Rusia».
Tanto Pasechnik como el jefe de la administración prorrusa de Donetsk afirmaron que prevén viajar a Rusia para formalizar la anexión. Y los dirigentes de las administraciones de ocupación de las regiones meridionales de Jersón y de Zaporiyia enviaron cartas similares a Putin.
Se espera que los diputados rusos voten rápidamente sobre la incorporación de estos territorios. Según las agencias de prensa de país, Putin podría firmar a finales de semana las leyes de anexión.
Amenazas de armas nucleares
La amenaza del líder del Kremlin de usar armas nucleares y de movilizar a cientos de miles de reservistas causó temor. SE registraron protestas y un éxodo de hombres en edad de servicio hacia países vecinos como Georgia y Kazajistán.
En la frontera con Georgia cada día cruzan cerca de 10.000 rusos, según Tiflis. La situación en este lugar llevó a las autoridades rusas locales a restringir la entrada de vehículos.
El gobierno de la región rusa fronteriza de Osetia del Norte también decretó el estado de emergencia. Las autoridades federales anunciaron que ya no proporcionarán pasaportes a las personas movilizadas por el ejército.
En una oficina militar en San Petersburgo, los sentimientos predominantes eran la confusión y la resignación mientras los nuevos reclutas y sus familiares veían sus nombres en las listas. Nikita, un recluta de 25 años, se despedía entre lágrimas de su prometida de 22 años. «Si tienes que ir, tienes que ir», decía resignado.
«No sé qué decir. Estoy conmocionada», decía su pareja Alina. En tanto, la presión económica sobre Rusia sigue aumentando.
Más sanciones a Moscú
La UE propuso un octavo paquete de sanciones, incluyendo un tope en el precio del petróleo ruso. Además anunciaron medidas restrictivas contra responsables por referendos de anexión de territorios ucranianos. Los tres bancos públicos turcos que utilizaban el sistema ruso de pagos Mir anunciaron que suspenderán su uso.
Por otro lado, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el viernes, a petición de Rusia, para discutir sobre el supuesto «sabotaje» de los dos gasoductos Nord Stream que conectan a Rusia con Alemania en el mar Báltico. Ambos se vieron afectados por filtraciones espectaculares precedidas por explosiones submarinas.
Después de que la diplomacia rusa dijera que el presidente estadounidense, Joe Biden, debía aclarar si Washington está detrás de esas fugas, una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos tildó la petición de «ridícula» y señaló que, con ella, Rusia lo único que hace es «difundir desinformación».
Con información de | Agence France-Presse/