Uber reanudó sus operaciones en Colombia el jueves, luego de verse obligado a cerrar su aplicación por casi tres semanas, y dijo que había encontrado nuevas alternativas para trabajar de manera legal en el país sudamericano, uno de varios en los que la compañía ha enfrentado oposición por parte de los sindicatos y legisladores.
La empresa de transporte dijo que, de ahora en adelante, su app ayudará a los usuarios en Colombia a celebrar contratos con los conductores en los que están “alquilando” los vehículos junto con los servicios del chofer. Los críticos señalaron que la aplicación compite de manera injusta contra los conductores de taxis y evade algunos impuestos.
Una portavoz de Uber dijo que la aplicación busca formas de incorporar a los conductores de taxis a su plataforma para Colombia.
“Buscaremos ofrecer una diversidad de servicios que permitan que coexistan alternativas tradicionales y nuevas, incluidos taxis”, señala un comunicado de Uber.
En diciembre, la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia había ordenado a Uber suspender sus operaciones, luego de una demanda entablada por una compañía de taxis. La superintendencia dijo que Uber proporcionaba un servicio de transporte de una manera que no estaba regulada y que alejaba a los clientes de los taxis, los cuales pagan cuotas por licencia de servicio público.
Uber acató el fallo, pero argumentó que éste incumplía el acuerdo de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos. La compañía sostuvo además que la decisión fue discriminatoria al ordenar solamente a Uber el cese de operaciones, y no lo hizo contra apps similares que también prestan sus servicios en el país, como Cabify, Didi y Beat.
El mismo jueves, los sindicatos de taxistas y legisladores expresaron su escepticismo por el nuevo enfoque de “alquiler” de Uber que cumple con las leyes que regulan el transporte público en Colombia.
“Es un esguince a las leyes”, comentó a Caracol Radio Ernesto Sandoval, gerente general de Taxis Teleclub, una compañía de taxis de Bogotá. “Tener un contrato de transporte dibujándolo como arrendador o arrendatario no funciona”, añadió.
“Acá estamos en un país corrupto en el cual desde que usted tenga la plata, hace lo que desea”, dijo José Orlando Herrera, conductor de taxi de Bogotá que dijo que tuvo que pagar 25.000 dólares por su permiso de operación.
Herrera tuvo que pedir un préstamo considerable para pagar su permiso y señaló que todos los días debe de ganar aproximadamente 60 dólares para cubrir sus deudas, y tener algo de dinero extra para él. Dijo que desde que Uber comenzó a operar en Colombia, en 2013, ha tenido que trabajar turnos más largos.
Uber ha enfrentado varias demandas a lo largo y ancho de Latinoamérica. México ha regulado Uber y otras aplicaciones, que ahora pagan impuestos estatales. Mientras que en Brasil, el Supremo Tribunal Federal falló recientemente que los conductores de Uber no son empleados, sino que son contratistas independientes que no necesitan que les paguen la seguridad social.
Fuente: AP