El presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden se preparan para enfrentarse en su debate final el jueves.
Una de las últimas oportunidades para que el mandatario, rezagado en las encuestas, cambie la trayectoria de una campaña cada vez más contenciosa.
Temerosos de perder la Casa Blanca, algunos asesores están exhortando a Trump a dejar de lado su estilo agresivo del primer debate y optar por un tono más calmado que ponga a Biden más en el centro de atención. Pero no está claro si el presidente seguirá el consejo.
Biden, listo para el debate
Biden, que ha hecho una pausa en sus viajes de campaña para concentrarse en la preparación del debate, prevé que Trump se enfocará en atacarlo intensamente a nivel personal.
El exvicepresidente y su círculo íntimo consideran que con ello el mandatario intenta distraer la atención del coronavirus, sus efectos económicos y otras crisis.
A menos de dos semanas del día de los comicios, Biden encabeza la mayoría de los sondeos nacionales y tiene una ventaja algo más estrecha en los estados electoralmente disputados que pudieran ser decisivos en la contienda. Más de 42 millones de personas han votado ya.
El debate, moderado por Kristen Welker de la NBC, es una última oportunidad para que los candidatos presenten sus posiciones ante una audiencia en televisión de decenas de millones de votantes.
Regla en los debates
“La regla es que los últimos debates antes de las elecciones tienen un gran impacto”, dijo el historiador presidencial Michael Beschloss, que especificó claramente cuál fue el legado del primer debate entre los dos candidatos: “Ése fue el debate presidencial más descontrolado que hemos visto”.
Biden dijo a la prensa en Delaware antes de volar a Nashville por la tarde de que se había sometido al test de COVID-19, el cual dio negativo.
Se preguntó a la Casa Blanca si se había testeado al presidente, pero no hubo respuesta actualizada.
Trump anunció el 1 de octubre que su test dio positivo y pasó tres noches en el hospital militar Walter Reed antes de regresar a la Casa Blanca.
La semana pasada, durante una entrevista por MSNBC, Trump no aclaró cuándo lo habían testeado por última vez antes del primer debate el 29 de septiembre.
La recuperación de Trump
Trump, que se recuperó sorprendentemente en los últimos días de la campaña del 2016, piensa que puede hacerlo de nuevo usando el poder de la presidencia para atacar a su rival.
El mandatario le pidió el martes al secretario de Justicia William Barr que inicie inmediatamente una investigación de acusaciones no verificadas sobre Biden y su hijo Hunter, en esencia exigiendo que el Departamento de Justicia ensucie a su rival y abandone su renuencia histórica a involucrarse en elecciones.
El presidente ha promovido un reporte no confirmado del periódico New York Post la semana pasada, el cual cita un correo electrónico en el que un funcionario de la compañía de gas ucraniana Burisma le agradecía a Hunter Biden, que fue miembro de la junta directiva de la empresa, por facilitar que él se reuniese con Joe Biden durante una visita a Washington en el 2015.
La campaña de Biden ha rechazado las acusaciones de Trump de que el exvicepresidente actuó indebidamente, e hizo notar que en la agenda de Biden no estaba programada una reunión con el funcionario de Burisma.
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AP