El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de renombrar el Golfo de México como «Golfo de América», argumentando que el nuevo nombre refleja mejor la grandeza y extensión del área. La congresista republicana Marjorie Taylor Greene respaldó la propuesta, asegurando que presentará un proyecto de ley para oficializar el cambio.
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la idea durante su conferencia matutina, señalando que el nombre «Golfo de México» tiene reconocimiento internacional desde 1607. Para respaldar su postura, presentó un mapa histórico de esa época que ya usaba esta denominación y bromeó con que, bajo la misma lógica, podría llamarse «América mexicana» al territorio de Estados Unidos.
Sheinbaum también aprovechó para criticar las declaraciones de Trump sobre México, quien aseguró que el país está «gobernado por cárteles» y amenazó con imponer aranceles del 25 % si no se frena la migración y el tráfico de drogas. La mandataria mexicana calificó las afirmaciones de «malinformadas» y sugirió que Trump aún piensa en un México gobernado por Felipe Calderón y su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, ahora preso en Estados Unidos.
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El historiador José Alfonso Suárez, asesor presidencial, destacó que el nombre del Golfo de México tiene fundamentos históricos y náuticos anteriores . Según Suárez, este espacio marítimo ha sido reconocido como un punto clave para la navegación internacional desde el siglo XVI.
Las declaraciones de Trump, enmarcadas en sus advertencias sobre migración y narcotráfico, han generado críticas tanto dentro como fuera de México. (EFE).
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