Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, asistió a una reunión con simpatizantes en Alabama, localidad en la que pasó un incómodo momento.
En medio de su discurso, Trump recomendó a sus seguidores que reciban la vacuna contra el COVID-19, pero los presentes no estuvieron de acuerdo con sus palabras y empezaron a reprobar lo dicho por el magnate estadounidense.
“Creo totalmente en sus libertades (…) Hagan lo que consideren, pero ¡les recomiendo que se vacunen!», dijo Trump, e inmediatamente después de sus palabras, los presentes lo abuchearon y silbaron en señal de reprobación.
Al parecer, los seguidores de Trump, o al menos una parte de la que asistió a la reunión en Alabama, no quiere saber nada con respecto a la vacuna contra el COVID-19 a pesar de que su líder político ya recibió la inoculación.
Es más, el mismo Trump agregó que “No, tienen sus libertades, pero yo ya recibí la vacuna, si no funciona ustedes serán los primeros en saberlo”. Este comentario desató risas entre los presentes.
La única salida de la crisis sanitaria es la vacunación y en varios países se demostró que la inoculación masiva permitió que los hospitales no colapsen en su capacidad de recibir a pacientes infectados, pues el fármaco ayuda a reducir al mínimo las posibilidades de contagio y, si acaso hay un infectado tras vacunarse, podría superar la enfermedad sin ningún problema.
Si bien el COVID-19 es una infección disruptiva, la vacunación ayuda mucho en términos de dar respiros a los trabajadores de la salud y los mismos hospitales que al inicio de la crisis colapsaron.