Tras una estricta paralización de actividades por la pandemia por el nuevo coronavirus, El Salvador se encaminaba a la normalidad el martes, en el segundo día de la apertura económica. Hasta el momento los estudiantes no han vuelto a las escuelas y el aeropuerto internacional sigue cerrado.
Las principales plazas del centro histórico de la capital lucían casi abarrotadas y los centros comerciales se comenzaron a llenar, aunque los establecimientos debían cumplir protocolos de bioseguridad.
“Ya extrañaba pasar por la plaza, sentarme un ratito para conversar con algunos amigos”, dijo a la AP Sebastián Martínez, un hombre 65 años que antes de que se declara la cuarentena por el coronavirus no visitaba frecuentemente la plaza.
“Yo no salía, pero dicen que ya está bajando esto del virus, así que me di una escapadita”, dijo el hombre que se protegía con una mascarilla mientras en el redondel de un frondoso árbol había decenas de pajaritos que buscan alimentos en el piso.
“No podíamos seguir encerrados. Si no trabajamos, no comemos”, sostuvo Pedro Cabezas, un vendedor informal que se gana la vida trabajando en la zona del centro histórico. “Yo ando de arriba para abajo, rebuscándome”, agregó el hombre mientras se acomodaba su mascarilla de tela.
Los centros comerciales abrieron sus puertas con todas las medidas sanitarias después de cinco meses de permanecer cerradas.
“Todos está tranquilos, la gente anda con mascarillas y al entrar le dan alcohol gel a la gente. Yo tengo cuidado, pero me siento bien”, dijo Estela Segovia al visitar uno de los centros comerciales de la capital.
El 11 de marzo, cuando El Salvador todavía no reportaba ningún caso de coronavirus, el presidente Nayib Bukele decretó una cuarentena obligatoria que se prolongó hasta casi por cinco meses, cerró las fronteras, suspendió las clases a nivel nacional y ordenó el cierre del aeropuerto internacional a los vuelos de pasajeros, tanto de entrada como de salida, y únicamente se permitió los vuelos de carga y de misiones humanitarias.
Después de casi seis meses de drásticas medidas parta contener el avance el nuevo coronavirus, El Salvador levantó el lunes todas las restricciones a las operaciones militares.
Aún faltan otras actividades por habilitarse: los autobuses del transporte colectivo que usa casi un 80% de los salvadoreños no está operando en su totalidad debido a que un sector de los empresarios exige que se les entregue un subsidio mensual de 800 dólares por cada autobús y 400 dólares para los microbuses.
También continúan suspendidas las clases presenciales en las instituciones públicas y privadas, incluidas las universidades., Los maestros continuarán el desarrollo de los contenidos educativos a través de plataformas digitales y con sus estudiantes desde casa.
Está previsto que el 4 de septiembre la terminal aérea internacional reinicie operaciones con vuelos de conexión, mientras que para el 19 de septiembre están programadas las operaciones para vuelos con origen y destino en El Salvador.
Entretanto, funcionarios del gobierno, entre ellos el ministro de Salud, Francisco Alabí, están inspeccionado el cumplimiento de las medidas de seguridad en el transporte público, restaurantes y centros comerciales.
Alabí informó que hay una tendencia a la baja en los contagios después de que el domingo 9 de agosto se alcanzó el pico más alto con 449 nuevos casos en un día, pero pidió a la población a no confiarse y pidió que “siga ese cumplimiento de las medidas para limitar la transmisión de persona a persona”.