Una FIFA bajo amenaza de rebelión interna por el calendario de competencias durante la pandemia deberá tomar una decisión sobre uno de los mayores bochornos del fútbol mundial en los últimos tiempos, del que indirectamente también es responsable.
Brasil y Argentina, el partido más emblemático del fútbol sudamericano, fue suspendido el domingo a los cinco minutos de iniciado por la presencia en el campo de juego de funcionarios civiles del ente sanitario brasileño por el supuesto ingreso irregular de cuatro futbolistas argentinos al país.
“FIFA lamenta las escenas que precedieron la suspensión del partido”, dijo la entidad en un comunicado el lunes. “El reporte del oficial principal del partido ha sido enviado a FIFA. La información será analizada por los órganos disciplinarios competentes y una decisión se tomará a su debido tiempo”.
El escándalo se dio en el marco de una triple fecha de las eliminatorias de Sudamérica que estuvo en duda luego que las ligas de Europa, con la Premier inglesa a la cabeza, cuestionaran a la FIFA por planificarla justo en el inicio de la temporada y se negaron a ceder los jugadores. En el caso del fútbol inglés, el perjuicio era aún mayor puesto que el gobierno de Boris Johnson exige que los viajeros procedentes de países considerados de riesgo cumplan sin excepciones con un aislamiento de 10 días en un hotel.
Por esta medida sanitaria la mayoría de las selecciones sudamericanas sufrieron la baja de varias figuras notables. La más perjudicada fue Brasil, con nueve jugadores, entre ellos piezas importantes como los arqueros Alisson y Everton, el defensor Thiago Silva y los delanteros Richarlison y Gabriel Jesús.
Argentina, en cambio, contó con los cuatro jugadores citados de la liga inglesa — los mismos que fueron involucrados en el escándalo que derivó en la suspensión del clásico sudamericano en el estadio Neo Química Arena de Sao Paulo.
La agencia sanitaria ANVISA de Brasil declaró que Emiliano Martínez, Emiliano Buendía (Aston Villa), Giovani Lo Celso y Cristian Romero (Tottenham) debieron cumplir con una cuarentena de dos semanas al ingresar a territorio brasileño ya que Inglaterra es uno de los países considerados de riesgo sanitario. Resaltó además que los jugadores no declararon su paso por Inglaterra al entrar al país, y pidió que fueran deportados.
La diplomacia brasileña por tradición funciona en espejo: los mismos requisitos que se le exigen a los brasileños para ingresar a un determinado país se les aplica a los viajeros procedentes de éste cuando llegan a la nación sudamericana.
“Se constató el no cumplimiento del aislamiento, los jugadores dejaron el hotel y fueron al estadio. La policía federal constató la ausencia de los cuatro jugadores e infelizmente se dio esa situación bastante desagradable. Tuvimos que actuar para hacer cumplir la ley”, justificó Antonio Barra Torres, presidente de la Anvisa.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) aduce que su delegación cumplió con todos los requisitos del protocolo sanitario aprobado por CONMEBOL y FIFA para las eliminatorias.
“La Delegación Albiceleste se encontraba en territorio brasileño desde el día 3 de septiembre a las 8 am cumpliendo con todos los protocolos sanitarios vigentes regulados por la Conmebol para el normal desarrollo de las Eliminatorias rumbo a Qatar 2022”, dijo la AFA en un comunicado.
Ningún protocolo puede estar por encima de las normas sanitarias de un país. Pero en este caso no queda claro por qué Brasil no notificó previamente a la FIFA que para esta fecha eliminatoria no aplicaría las excepciones para futbolistas extranjeros tal como sucedió en la Copa América que organizó hace tan sólo dos meses.
Argentina, en la voz de su capitán Lionel Messi, también cuestionó que si se había detectado una irregularidad en la documentación al ingreso al Brasil sus autoridades no procedieron antes.
“Escucháme: hace cuatro días que estamos acá. ¿Estaban esperando que empezara el partido para venir?”, le planteó el astro del PSG al gerente de la selección brasileña, el ex futbolista Juninho Paulista, en un diálogo en el campo de juego que fue captado por la señal dueña de los derechos televisivos.
La unidad disciplinaria de la FIFA, con el informe del árbitro venezolano Jesús Valenzuela en su poder, convocará a las partes involucradas para un descargo antes de dar un veredicto. No hay plazos. La resolución puede ser apelada ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
La FIFA barajaría dar el partido por ganado a Argentina o hacerlo jugarlo de nuevo y bajo qué circunstancias.
Brasil es el líder de la eliminatoria con 21 puntos, seguido por Argentina con 15.
¿Y EL FÚTBOL?
Uruguay resultó el ganador de la agitada jornada ya que amplió su ventaja sobre sus perseguidores en la pelea por el último puesto de clasificación directa a la Copa del Mundo. La Celeste derrotó 4-2 a Bolivia en Montevideo y se mantiene en la cuarta posición de la tabla con 12 puntos. La Verde penúltima con seis.
Colombia igualó 1-1 en la visita a Paraguay en Asunción y con 10 puntos sigue dueña del quinto puesto que brinda la oportunidad de un repechaje. La Albirroja la escolta con ocho.
Ecuador quedó más conforme con el empate sin goles ante Chile, ya que se afianzó como tercero con 13 puntos. La Tri jugó la última media hora con diez jugadores debido a la expulsión de su volante Junior Sornoza por un pisotón a Claudio Báez.
Perú logró su primera victoria de local al vencer 1-0 a Venezuela y trepó a la séptima posición con ocho puntos, uno más que Chile. La Vinotinto se hundió en el fondo con cuatro unidades.
A punto de completarse la mitad de las eliminatorias, para las selecciones situadas en la parte inferior de la tabla la fecha del jueves podría significar el último tren a Qatar.
Chile, que se ausentó del Mundial de Rusia, tiene una visita de riesgo a Colombia. En su segundo duelo consecutivo de local, Paraguay quiere sumar de a tres ante Venezuela. El partido podría definir la continuidad de Eduardo Berizzo como el técnico de la Albirroja.
Uruguay, que ha logrado suplir las ausencias de Luis Suárez y Edinson Cavani, buscará escalar a la tercera posición ante Ecuador en Montevideo.
Tras el escándalo, Argentina recibirá a Bolivia en el estadio Monumental de Buenos Aires. Este partido marcará el regreso de hinchas con aforo a los estadios argentinos por primera vez en 20 meses de pandemia.
A su vez, Brasil también intentará dejar atrás el episodio al recibir en Recife a Perú, que no podrá contar con su artillero Paolo Guerrero por suspensión.