¡Alerta en Galápagos! Tortugas están ingiriendo desechos plásticos 

Las tortugas gigantes de Santa Cruz del archipiélago de Galápagos están ingiriendo plásticos en áreas urbanas y en los alrededores de estas, reveló la Fundación Científica Charles Darwin (FCD).

El estudio, realizado por investigadores de la FCD, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), el Zoológico de San Louis (Estados Unidos), la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad James Cook (Australia), evaluó la ingesta de desechos por parte de las tortugas gigantes del oeste de Santa Cruz.

Estas tortugas están clasificadas como «en peligro crítico» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Desechos de humanos

En el estudio se analizaron más de 5 500 muestras fecales en zonas donde los quelonios entran en contacto con actividades humanas y más de 1 000 muestras en zonas protegidas del Parque Nacional Galápagos.

Los resultados evidenciaron que las tortugas gigantes consumen con mayor frecuencia desechos producidos por la actividad humana en zonas intervenidas por el ser humano, como en el oeste de Santa Cruz. Mientras que, en las áreas protegidas, la exposición a estos desechos es casi nula.

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En las zonas cerca del área urbana se encontraron en total 590 objetos de desecho en los excrementos colectados, lo que equivale a 3,97 objetos por cada kilo de heces.

Eso incluye zonas de agricultura, carreteras de primer y segundo orden, zonas industriales y urbanas de Puerto Ayora, la urbe más grande del archipiélago ecuatoriano. En la zona protegida del Parque Nacional solamente se encontraron dos fragmentos de plástico en las muestras colectadas en el área protegida, equivalente a 0,08 objetos por cada kilo de heces.

Impactos negativos

Más del 86,3% de los residuos encontrados en zonas de actividad humana eran plásticos. Otros materiales encontrados incluyen tela (8,4 %), metal (2 %), papel y cartón (1,7 %), materiales de construcción (0,5 %) y vidrio (0,3 %). En una misma muestra fecal se pueden encontrar varios objetos, apuntó la FCD en un comunicado.

La Fundación también anotó que la población humana de Galápagos «ha aumentado drásticamente en las últimas décadas». Un patrón relacionado al «incremento del turismo, acelerando las presiones antropogénicas sobre los sistemas naturales del archipiélago».

«Los plásticos perduran en el ambiente mucho más tiempo que la utilidad que se le brinda al producto y pensamos que las tortugas confunden estos desechos por comida«, indicó Karina Ramón, autora principal de este estudio. Y agregó que las tortugas gigantes pueden tardar hasta 28 días para digerir lo que comen.

Por ello, expresó su preocupación por el impacto que puede tener la ingestión de desechos no orgánicos, «pues esto podría desencadenar numerosos efectos negativos sobre la salud de los animales, incluyendo lesiones, obstrucciones intestinales e incluso cambios hormonales debido a los componentes químicos que se encuentran en dichos materiales».

¿Extinción?

De acuerdo a la FCD, este es el primer estudio en profundidad que registra y cuantifica la ingestión de plásticos en una especie terrestre tan icónica como la tortuga gigante.

«Este estudio demuestra que las áreas protegidas en el Parque Nacional son fundamentales para el bienestar de las especies endémicas, donde casi no se encontró plástico», anotó Santiago Ron, coautor de este estudio y profesor de la Universidad Católica.

Pero al mismo tiempo, dijo que ponen en evidencia un problema ambiental que persiste en zonas pobladas del archipiélago «que no solo podría afectar a poblaciones de especies en peligro crítico de extinción sino también a la salud de las personas que visitan y habitan en estos frágiles ecosistemas».

En Galápagos, en 2015, se expidieron regulaciones para prohibir la comercialización y uso de numerosos artículos plásticos de un solo uso, incluyendo sorbetes y fundas tipo camiseta, una acción que aún no se aplica en su totalidad en el continente.

Pese a ello, «la cantidad de plástico desechable que se comercializa en Galápagos sigue siendo muy alta», señaló Ron.

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