Desde este 31 de marzo y por 90 días, se difieren de manera extraordinaria los pagos de créditos de la banca pública y privada a pedido de cada cliente o por decisión de los bancos, previa notificación al cliente.
Este diferimiento no generará interés ni costos adicionales. Así lo resolvió la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera.