Los equipos de emergencia en Turquía y Siria siguen rescatando a personas atrapadas en los escombros que dejó el terremoto de magnitud 7.8. Este azotó a ambos países causando más de 11.700 muertes, por lo que miles de socorristas trabajan para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados en ambos lados de la frontera.
El responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate. Pero señaló que estas se veían entorpecidas por las «severas condiciones meteorológicas».
Aun así, los trabajadores de emergencia pudieron salvar, este miércoles 8 de febrero, a varios niños que fueron encontrados bajo un bloque colapsado en Hatay. «De repente oímos voces de tres personas al mismo tiempo», dijo el socorrista Alperen Cetinkaya. Además señaló que las opciones de sacar gente con vida en el sitio son muy altas.
El saldo provisional de la tragedia se eleva a más de 11.700 personas muertas, aunque la cifra podría duplicarse si se confirman las teorías de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Turquía se declararon siete días de luto y un estado de emergencia de tres meses en las provincias más afectadas por el sismo.
En Siria, el balance llega a 2.662 muertos, según el gobierno de Damasco y de los equipos de protección civil en las zonas rebeldes. El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el tiempo se agota para los miles de heridos y desaparecidos entre los escombros.
«¿Dónde está el Estado?»
A medida que pasan las horas también crece la frustración y el enfado por la escasa ayuda que llega a algunas áreas situadas en zonas de difícil acceso o afectadas por los conflictos geopolíticos de la zona. Al visitar Hatay. el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que hay deficiencias en la respuesta al terremoto y que es imposible estar preparado para una catástrofe así.
Aisladas por el régimen de Damasco, las zonas bajo el control rebelde dependen de los esfuerzos de los Cascos Blancos, voluntarios de protección civil que imploraron ayuda a la comunidad internacional. El sismo destruyó el paso fronterizo de Bab al Hawa, por donde pasa casi toda la ayuda humanitaria desde Turquía hacia las zonas rebeldes sirias, según la ONU.
«Pedimos a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad hacia las víctimas civiles. Hace falta que los equipos internacionales de rescate entren en nuestras regiones», dijo su portavoz Mohammad al Chebli. Y añadió que es una verdadera carrera contrarreloj, ya que «la gente muere a cada segundo bajo los escombros».
Ayuda internacional
La ayuda a Siria es una cuestión delicada para algunos países occidentales. Aunque está sancionado por Bruselas, el gobierno de Bashar al Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la Unión Europea, indicó Janez Lenarcic, comisario comunitario de Gestión de Emergencias.
En las zonas más afectadas de Turquía, los comercios estaban cerrados, no había calefacción por el corte de las líneas de gas y encontrar petróleo era complicado. Decenas de países, desde China a Estados Unidos pasando por Ucrania o Emiratos Árabes Unidos, prometieron ayuda a Ankara. Y la Unión Europea anunció una conferencia de donantes a principios de marzo, en Bruselas.
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#VIDEO| Las extrañas luces que aparecieron antes del terremoto en #Turquía. Mira: https://t.co/DiEivrHRcb pic.twitter.com/YZaDC0iGnB
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