Un potente sismo de magnitud 7,0 sacudió el martes de madrugada la frontera entre China y Kirguistán, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), advirtiendo de posibles daños generalizados.
El terremoto, poco después de las 02H00 (18H00 GMT del lunes), tuvo su epicentro en la región china de Xinjiang y a 13 km de profundidad, según datos revisados.
En Biskek, capital de la vecina Kirguistán, el sismo hizo temblar las paredes y la gente huyó de sus casas para refugiarse en la calle, según un periodista de la AFP.
Las televisiones de Nueva Delhi también informaron de fuertes temblores en esa ciudad india, situada a unos 1.400 km de distancia.
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Tras la primera sacudida en Xinjiang, se registraron otros tres sismos en la zona, de magnitudes entre 5,0 y 5,5.
El USGS advirtió de la posibilidad de que hubiera víctimas, aunque no se informó de momento de ninguna en la zona montañosa y rural donde se produjo el terremoto.
«Es probable que se produzcan daños importantes y la catástrofe puede extenderse», precisó el servicio estadounidense en su informe.
Ciudadanos en las calles
En Almaty, la mayor ciudad de Kazajistán, los ciudadanos también salieron a la calle tras el temblor, según imágenes difundidas en medios de comunicación y en redes sociales. Las autoridades no informaron de víctimas o daños importantes.
Este sismo tiene lugar un día después de que un corrimiento de tierras sepultara a decenas de personas y causara al menos ocho muertos en el suroeste de China.
En diciembre, un terremoto en el noroeste del país causó 148 muertos y miles de desplazados en la provincia de Gansu.
Fue el sismo más mortífero registrado en China desde 2014, cuando más de 600 personas perdieron la vida en la provincia de Yunnan, en el suroeste del país.
En la sacudida de diciembre, las temperaturas bajo cero hicieron aún más difícil la operación de rescate.