«Tengo que seguir al hombre de la capucha»: macabro reto de redes que cobró la vida de un niño de 10 años

En Nápoles, Italia, causó conmoción el caso de un niño 10 año que se suicidó por el balcón de su casa en mitad la noche. Sus padres encontraron en su habitación una nota en la que el pequeño escribió: «Mamá, papá, los quiero pero tengo que seguir al hombre de la capucha». 

La policía está investigando ya el suicidio del niño y lo relacionan con las páginas en redes sociales (Facebook, Instagram, Tik Tok, Twitter) de un hombre identificado como Jonathan Galindo. 

El «hombre de la capucha» al que se refería el niño fallecido es un hombre que aparece en las fotografías con careta del Goofy de Disney que, según informa el diario italiano Il Corriere della Sera, «lanza desafíos» a las personas (sobre todo menores y adolescentes) que le siguen en las redes sociales. 

Este personaje pone un sin número de retos cada vez más complicados. La policía cree que el niño pudo acabar arrojándose desde el balcón de su casa, situada en la onceava planta del edificio, para intentar cumplir alguno de los retos ordenados por este personaje. 

Los padres rindieron declaraciones y en ellas describieron a su hijo como un niño feliz y sereno. Las autoridades también llamarán a rendir versión a algunos amigos porque es posible que conocieran lo que estaba sucediendo en la vida del niño. 

En la madrugada del trágico hecho, los padres fueron alertados tras escuchar un estruendo, miraron por el balcón y vieron la terrible escena.  Los gritos desesperados despertaron a todo el edificio quienes también se mostraron conmocionados por la escena.

Desde las primeras horas de la mañana decenas de mensajes se compartieron en diferentes chats de padres que comentaban la dramática historia, quienes además intercambiaron videos y enlaces del juego que podrían haber llevado al niño a la muerte. 

EL HOMBRE DE LA CAPUCHA, ORIGINADO EN AMÉRICA

El macabro reto nació en América y ha llegado a Europa. Tras este suicidio en Nápoles la Fiscalía de Menores abrió un expediente para investigar a fondo a quién está detrás del peligroso y macabro reto.

Este perfil se relaciona con los llamados «grupos de la muerte», como el juego de la ballena azul, que hace unos años provocó que varios niños y jóvenes se suicidaran.

Además, por el caso de la Ballena Azul, en Barcelona, una chica de 15 años acabó en la unidad de psiquiatría de un hospital para evitar que se suicidara.

Otro de los juegos de este tipo fue Momo, cuyo objetivo final era chantajear a los adolescentes con fotografías de contenido sexual a través de un juego que se vendía con la foto que mostraba la cara de una muñeca terrorífica.

Los participantes se unen a estos retos a través de las redes sociales o de mensajes en sus teléfonos, que les invitan a unirse a grupos cerrados de participantes.