Las noticias de que un nuevo virus que ha infectado a centenares de personas en el centro de China puede transmitirse entre humanos han sacudido los mercados financieros y han generado temores de que la economía mundial se vea vapuleada en momentos en que parecía cobrar impulso.
Las autoridades de salud en toda Asia han estado incrementando su vigilancia y otras precauciones para prevenir una repetición del caos y las muertes vividas durante la crisis del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en 2003, que causó pérdidas de entre 40.000 millones y 50.000 millones de dólares por la reducción de viajes y gastos.
Los primeros casos del que ha sido identificado como una nueva variante del coronavirus fueron vinculados con un mercado de mariscos en Wuhan, lo que indicó que hubo transmisión de animales a humanos, pero ahora se cree también que se disemina entre personas. Para el miércoles, se había confirmado la infección de más de 500 personas y 17 habían muerto a causa de la enfermedad, que puede causar neumonía y otros problemas respiratorios graves.
Una baja de los mercados financieros el martes fue seguida por una recuperación el miércoles, cuando los inversionistas compraron acciones baratas. Los títulos de referencia estaban mayormente en alza en Asia, Europa y Estados Unidos.
Aunque el nuevo virus parece menos peligroso que el SARS, “el riesgo más significativo para Asia pudiera estar al acecho, con la llegada de la temporada de viajes en la región, lo que pudiera multiplicar la difusión”, dijo Stephen Innes, principal estratega de AxiCorp para Asia.
“Así que, aunque el riesgo está regresando a los mercados, las luces no pudieran volver a verde hasta que pasemos por la temporada de viajes del Año Lunar para evaluar mejor la dispersión del coronavirus”.
El brote de SARS en 2003 en China, junto con casos de una variante letal de la influenza aviar, resultaron en amplias medidas de cuarentena en muchas ciudades chinas y en Hong Kong. Más de 8.000 personas se enfermaron y poco menos de 800 murieron, para una tasa de mortalidad de casi 10%.
Mientras que la influenza ordinaria mata a centenares de miles de personas al año, enfermedades nuevas como el brote actual causan alarma debido a las incertidumbres sobre lo letales que pudieran ser y cómo se diseminan. Eso es especialmente cierto durante los viajes masivos por el festival del Año Lunar, que comienza esta semana.
“El costo para la economía global pudiera ser enorme en términos de PIB negativo si este brote se convierte en epidemia”, dijo Innes en un reporte./ AP