Las autoridades de Taiwán anunciaron este martes que impedirán la entrada de los extranjeros que hayan estado en China durante los últimos 14 días, convirtiéndose así en el último de los países que toma este tipo de medidas para tratar de contener la expansión internacional del nuevo coronavirus.
En un comunicado publicado en su página web, el Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés especifica que esta prohibición entrará en vigor a partir del próximo 7 de febrero.
No obstante, los foráneos que provengan de partes de China que no hayan resultado «gravemente afectadas por el brote» podrán seguir solicitando visados siempre y cuando deseen entrar en Taiwán por «motivos especiales», aunque el documento no especifica qué razones son consideradas especiales.
Sí se permitirá el acceso a la isla a aquellos extranjeros que cuenten con un permiso de residencia, aunque se les exigirá que lleven a cabo una cuarentena de 14 días en sus domicilios, período en el que deberán «controlar cuidadosamente» su salud.
Según la prensa taiwanesa, hasta el momento se han confirmado una decena de casos en la isla, donde hay otros 178 casos sospechosos.
Taiwán repatrió ayer a 247 ciudadanos desde Wuhan -ciudad del centro de China donde se originó el brote- y se espera que el próximo miércoles sean evacuados otros 256.
En las últimas semanas, las autoridades taiwanesas han criticado a China por no permitir el ingreso de la isla a la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque Pekín -que considera a Taiwán como una provincia rebelde desde 1949- asegura que está compartiendo toda la información necesaria sobre el brote con Taipéi.
Entre los últimos países que han anunciado restricciones a la llegada de personas provenientes de China -en algunos casos, solo de la provincia de Hubei, la más afectada- por la crisis del coronavirus figuran Estados Unidos, Filipinas, Corea del Sur o Seychelles. EFE