“¡No! ¡No a la violencia!”, grita un grupo de mujeres aymaras mientras entrena técnicas de Taekwondo dictadas por un grupo denominado las Warmi Power, que surgió con el fin de detectar y prevenir la violencia intrafamiliar en Bolivia.
El nombre Warmi Power es una mezcla de aymara e inglés que significa “Mujer y Poder”, y fue creado hace cinco años para empoderar a las mujeres. El grupo estima que hasta ahora han capacitado a unas 20 mil personas de todas las edades. El grupo apoya a indígenas porque son un grupo en situación vulnerable, dijo a The Associated Press Laura Roca, psicóloga e instructora de Taekwondo, quien trabaja con mascarilla para protegerse de coronavirus y viste su uniforme blanco con cinturón negro.
“Esto nos sirve de mucho para defendernos y hay que entrenar”, dijo Mary Quispe, una comerciante callejera que llevó a sus tres nietos al entrenamiento. A uno de ellos lo cargaba en su espalda mientras aprendía las técnicas de autodefensa. Quispe no usó tenis; ella se vistió con sus zapatos, su pollera colorida y su manta, característica de la chola de La Paz, como se conoce a la mujer aymara.
En esta ocasión se capacitó en una cancha de fútbol de tierra a unas 15 vendedoras callejeras de El Alto, ciudad vecina a La Paz, siendo la región donde se produce mayor violencia en el país. La fiscalía boliviana reportó hasta julio 25 feminicidios. El mismo informe menciona que a nivel nacional, en lo que va de 2021, en Bolivia se produjeron 65 feminicidios, uno menos que en el mismo periodo del año pasado.
“Nosotros les enseñamos a que ellas puedan reconocer si se encuentran en un círculo de violencia o en una relación tóxica y puedan escapar de esa situación”, explicó Roca y resaltó que no busca que se genere mayor violencia.
Noemi Ramos, de 28 años, expresó que las técnicas de defensa personal le sirven de mucho para poder defenderse de “abusos y de robos”.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas, señalan que en Bolivia, ocho de cada diez mujeres sufren de algún tipo de violencia durante alguna parte de su vida.
Warmi Power nació con dos instruturas y actualmente tiene a otras tres, entre ellas dos mujeres aymaras que hablan su lengua nativa, lo cual les ayuda a dar una mayor capacitación en la región andina. Roca asegura que han tenido mucha acogida entre las mujeres indígenas porque es un sector pocas veces recordado.
“Ahora tenemos pedidos de que capacitemos a hombres y mujeres a nivel nacional”, agregó.