Este domingo, el 63,1 % de votantes suizos aprobaron en
referéndum que toda discriminación basada en la orientación sexual sea
sancionada de la misma forma que el racismo.
Solo la discriminación por razones religiosas, raciales o contra grupos étnicos
estaba explícitamente prohibida en la legislación helvética, lo que los
legisladores intentaron corregir el año pasado aprobando una ley que cubría el
vacío existente para los casos de homofobia.
Sin embargo, los parlamentarios chocaron con la oposición de grupos religiosos
ultraconservadores que con el apoyo político del partido de ultraderecha Unión
Democrática de Centro (UDC) lograron reunir las 100.000 firmas necesarias para
forzar la convocatoria de un referéndum con el que intentaban dejar sin efecto
la penalización de la homofobia.
Sus argumentos eran la supuesta amenaza que suponía la legislación
antidiscriminación a la libertad de expresión y su oposición a que la comunidad
LGBTI fuese objeto de una protección específica.
Desde su perspectiva, las leyes vigentes ya previenen los insultos, calumnias y
otros tipos de violencia en su contra.
En respuesta a esos temores, la ministra de Justicia, Karin Keller-Sutter,
sostuvo que nadie debe tener temor de expresar sus ideas siempre y cuando lo
haga de manera respetuosa.
La iniciativa fue rechazada, con lo cual Suiza garantiza su alineamiento con la
legislación europea que pena la discriminación contra los colectivos LGTBI.
No satisfechos con los resultados del referéndum, los impulsores de esta
iniciativa ya han anunciado que empezaran a recoger firmas para la convocatoria
de una nueva consulta, esta vez contra el matrimonio homosexual.
En la misma jornada, los ciudadanos suizos rechazaron por 57,1 % otra
iniciativa para que al menos un 10 % de viviendas en el país sean de carácter
social, frente al 5 % que debe cumplir esta condición en la actualidad.
FUENTE: EFE