¿Por qué generamos sudor? ¿Por qué a veces produce mal olor? ¿En qué áreas sudamos con más frecuencia? ¿Qué hacer si es excesivo y nos está causando problemas sociales, familiares o laborales? Esas son preguntas que muchas personas se hacen con frecuencia. Y es que aunque puede ser incómoda, la transpiración es una respuesta natural de nuestro cuerpo para regular la temperatura, y también una reacción frente al miedo, el enojo, la vergüenza o el dolor.
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La composición de este líquido que segregan las glándulas sudoríparas puede variar según la dieta y la genética, lo que significa que cada persona tiene su propia firma química al momento de sudar. La mayoría de las glándulas sudoríparas están en los pies, manos y parte frontal de la cara. El sudor no huele. Lo que causa el mal olor es el contacto con las bacterias que viven en nuestra piel.
Algunas personas transpiran en exceso; esta enfermedad se llama hiperhidrosis y afecta al 2% de la población mundial. La sudoración intensa puede causar ansiedad social y vergüenza, pero en la mayoría de los casos hay solución. Tras el diagnóstico, los especialistas pueden optar por fármacos, inyecciones de toxina botulínica en la axila para bloquear temporalmente los nervios que estimulan la sudoración, o la simpatectomía, un procedimiento a través del cual se eliminan los ganglios que estimulan la sudoración de axilas y manos.
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